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martes, 30 de junio de 2009

Nacen dos antílopes de una especie extinguida en libertad



El zoológico mexicano de Chapultepec, en la capital del país, fue escenario del nacimiento de dos crías de antílope Orix Cimitarra, una especie extinguida en la vida silvestre, han informado fuentes oficiales.
Con el doble nacimiento, el zoológico mexicano cuenta ya con siete antílopes de esta especie, declarada extinta en libertad en 2007 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El antílope Orix Cimitarra toma su nombre de sus largos cuernos anillados que alcanzan hasta 1,5 metros de longitud, curvados hacia atrás en forma de cimitarra. Es de color predominantemente blanco, con tonos rojizos en patas y cuello, alcanza una longitud entre 1,90 y 2,20 metros, una altura de 45 a 60 centímetros y un peso de entre 135 y 140 kilos.

Su hábitat natural eran las zonas semidesérticas que rodean el desierto del Sahara, desde Marruecos hasta Egipto y Sudán, y en 1985 se calculaba que quedaban unos 500 ejemplares.
Desde 1988 no hay informes que confirmen la existencia de ejemplares en estado silvestre, y en 1996 se cuantificaban en 1.250 el número de ejemplares en cautividad.
El año pasado se inició en Túnez un programa para reintroducir a la especie en la vida natural, pero no será hasta 2012 cuando se pueda precisar si el animal puede pasar a ser considerado en peligro de extinción en la vida silvestre, en lugar de extinto.

lunes, 29 de junio de 2009

Burkina Faso y Cabo Verde entran en la lista del Patrimonio de la Humanidad















Además de la maravillosa Torre de Hércules en la ciudad gallega de A Coruña y que os recomiendo que no dejeis de visitar, la UNESCO ha declarado como Patrimonio de la Humanidad a las Ruinas de Loropeni en Burkina Faso, con lo que este país de la zona occidental de África ingresa por primera vez en este catálogo de la UNESCO, según ha acordado su Comité en Sevilla.
Antes de la 33 reunión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra hasta el día 30 en Sevilla, este inventario contaba con 878 sitios inscritos de 145 Estados Partes de esa Convención de la UNESCO, y ahora se amplía hasta los 147 países tras el ingreso de Burkina Faso y, también hoy, de Cabo Verde con la colonial Cidade Velha.


Localización de las ruinas de Loropeni en el mapa de Burkina Faso

Las ruinas de Loropeni de 11.130 m2 de superficie, son las fortificaciones mejor conservadas de Burkina Faso, de las muchas que se construyeron para proteger a los aldeanos locales de los comerciantes esclavos y de los bandidos que merodeaban por la región. Como parte integrante de un conjunto más amplio de cien recintos de piedra que atestiguan la importancia que tuvo el comercio del oro a través del Sáhara, recientemente se ha comprobado que las ruinas de esta edificación, situadas cerca de las fronteras de Burkina Faso con Costa de Marfil, Togo y Ghana, tienen como mínimo diez siglos de antigüedad. Aunque su principal atracción es el misterio que envuelve a su construcción, ya que no se sabe ni quién, ni cuando, ni por qué se utilizaron para su construcción rocas en vez de barro habitual de la zona. Aunque cerca del 80 por ciento de la parde principal de las ruinas todavía se mantiene en pie, éstas se han visto muy deterioradas al estar expuestas a las lluvias tropicales y a los fuertes vientos que han provocado algún derrumbamiento.

A esto hay que sumar la sabana que rodea a las ruinas y cuya vegetación exhuberante afecta a esta construcción, cuya cubierta exterior construida en piedra ha desaparecido en su mayoría a causa de los cambios climáticos.

Este asentamiento humano fue ocupado por los pueblos lohron y kulango que controlaban la extracción y transformación del oro en la región durante su periodo de apogeo, entre los siglos XIV y XVII.

Según la UNESCO, quedan muchas incógnitas sobre el sitio porque todavía no se han hecho excavaciones en una gran parte de él, aunque parece que sus habitantes lo desertaron en algunos periodos de su secular historia, hasta abandonarlo definitivamente a principios del siglo XIX, y se espera conocer más por excavaciones futuras.

Cabo Verde
Por su parte la UNESCO también ha reconocido como Patrimonio de la Humanidad al centro histórico de la ciudad de Ribeira Grande, situada en Cabo Verde. fue bautizada de nuevo con el nombre de Cidade Velha a finales del siglo XVIII. Se trata de una construcción que se remonta a finales del siglo XV. El nuevo sitio constituye un testimonio de la presencia colonial europea en el continente africano, así como de la historia de la esclavitud y fue el primer establecimiento colonial europeo asentado en la zona tropical.


Situada en la parte meridional de la Isla de Santiago, esta ciudad conserva parte de su trazado urbano primitivo, en el que subsisten edificios y espacios admirables: dos iglesias, una fortaleza real y la Plaza de la Picota con su rollo de mármol esculpido en estilo manuelino (siglo XVI).

















Fuentes:

Si quieres saber más:

sábado, 27 de junio de 2009

Traumatizados niños soldado regresan a sus hogares en Congo



Algunos se golpean la cabeza contra la pared hasta que los médicos les inyectan tranquilizantes. Otros permanecen mudos días enteros, con sus ojos moviéndose en todas direcciones, como si fuesen animales aterrorizados.

En semanas recientes, centenares de niños soldados, que peleaban drogados y cometieron toda clase de atrocidades en la guerra del Congo, han retornado a sus hogares, en ocasiones, a las mismas poblaciones donde mataron civiles y saquearon sus propiedades.

Algunos han sido obligados a abandonar sus hogares, amenazados por sobrevivientes de las matanzas. En otras ocasiones, sus propias familias no quieren saber nada de ellos.

Esos niños fueron secuestrados por rebeldes y usados como combatientes, trabajadores, maleteros o esclavos sexuales en una guerra que devastó durante años la parte oriental del Congo, rica en minerales.

Los niños soldados ayudaron en noviembre a asesinar a 150 civiles en una matanza que se prolongó durante dos días en Kiwanja, pero en enero el presidente Joseph Kabila invitó a soldados de la vecina Ruanda a ayudar a poner fin al conflicto.

El líder rebelde Laurent Nkunda fue detenido y sus milicianos integrados en el ejército. Esa circunstancia ha hecho que grupos de defensa de los niños, aprovechando la estabilidad relativa, intenten persuadir a milicianos y a rebeldes que dejen partir a aquellos combatientes menores de 18 años.

Por lo menos 478 niños, entre ellos 15 jovencitas, fueron desmovilizados en la parte oriental del Congo entre enero y febrero, informó la Unicef.

Despojados de sus uniformes, armas de fuego y machetes, muchos de esos menores mantienen su agresividad, fomentada durante años en los que fueron drogados y lanzados al combate. Algunos tienen cicatrices en sus brazos, pues sus jefes solían cortarles la piel con cuchillos a fin de frotar hierbas en ellas y convencerlos de que las balas rebotarían de sus cuerpos sin hacerles daño.

Los trabajadores de grupos de asistencia humanitaria dijeron a un periodista de The Associated Press que esos menores habían sido programados para mentir. Tanto milicianos como rebeldes les ordenaban que no revelaran su edad, sus nombres, de donde provenían y cómo habían sido reclutados.

Cuatro de los menores hablaron con el periodista de The Associated Press a condición de no revelar sus identidades y describieron cómo se unieron de buena gana al Frente de Resistencia Patriótica Mai-Mai un mes antes de la matanza de Kiwanja.
“Nuestra tierra fue invadida. Por lo tanto, nos vimos obligados a pelear. Decidimos ir y combatir juntos'', dijo uno de los menores.

Su amigo dijo que sus padres lo alentaron a que se uniera a los rebeldes. “Los niños fueron usados como carne de cañón. Algunos tenían apenas 10 años'', afirmó Joseph N. Giza, quien trabaja para el grupo congoleño Curar al Africa.

Los empleados de agencias de ayuda humanitaria tienen esperanzas de que los ex niños soldados puedan ser rehabilitados.

Desde 2004, más de 30,000 niños de diferentes partes del Congo han sido desmovilizados y reintegrados a sus hogares y a sus escuelas con ayuda de la Unicef, pero se estima que unos 3,500 menores siguen combatiendo en Congo.

En los meses finales de 2008, rebeldes leales al general desertor Nkunda capturaron grandes sectores del este del Congo, desalojando a soldados del gobierno y a milicianos. Nkunda, de la tribu tutsi, comenzó combatiendo a perpetradores del genocidio de Ruanda. En 1994, miembros de la tribu hutu masacraron a medio millón de tutsis en Ruanda y luego huyeron al este del Congo.

Civiles congoleños también formaron milicias y se alzaron en armas contra los rebeldes. Los políticos que financiaron esas milicias alentaron el reclutamiento de niños.
“En vez de defender al pueblo, el ejército comenzó a saquear y a violar, del mismo modo que los rebeldes. El pueblo se sintió absolutamente abandonado'', dijo Giza.

Un funcionario encargado de proteger a los ex niños soldados y quien pidió no ser identificado por temor a represalias, dijo que está ayudando a crear grupos comunitarios y a persuadirlos de aceptar a los niños combatientes, "pues éstos fueron manipulados por los adultos y no entienden qué estaban haciendo. Esos niños necesitan gran cantidad de amor y de atención'', añadió.

Sin embargo, decenas de menores que retornaron a sus hogares fueron amenazados de muerte.

Fidele Rutabagisha, director del grupo congoleño Curar al Africa, dijo que desde el 20 de enero la organización ha logrado reunir a 360 niños con sus familiares, pero 35 han debido abandonar sus hogares, pues temen ser asesinados.

Entretanto, en Kiwanja, los ex niños soldados también se preocupan por su futuro. Uno, que es un apasionado de toda clase de máquinas, ha tenido suerte. La Federación de Niños Exploradores del Congo le ha encontrado un empleo como aprendiz de mecánico.

Otro dice que desea retornar a la escuela, pero su madre señala que carece del dinero necesario. La madre muestra su cabaña de adobe, con un techo que filtra agua y los repollos que vende para sobrevivir.

Faustin Lyabahinduka, un empleado de un grupo de asistencia humanitaria, dice que “debemos preocuparnos por lo que ocurrirá cuando esos niños tengan 20 años, pues lo que hemos cometido contra ellos hasta ahora es un genocidio intelectual''.

La homosexualidad es ilegal en 80 países y en 5 se castiga con pena de muerte

La homosexualidad es ilegal en 80 países y castigada con la pena de muerte en Irán, Mauritania, Arabia Saudí, Sudán y Yemen y en algunos lugares de Nigeria y Somalia, según un informe divulgado hoy la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas (ILGA).

Panamá dejó de considerar ilegal la homosexualidad en 2008, pero Burundi pasó a hacerlo por primera vez en su historia este año, indica la organización en el estudio.

Este informe, el tercero que elabora ILGA sobre la homofobia en el mundo, revisa la legislación que criminaliza actos sexuales consentidos y privados entre personas del mismo sexo mayores de edad.

La secretaria general de ILGA, la psicóloga mexicana Gloria Careaga, explica que la consagración de la homofobia en la legislación de esos países deja a los homosexuales "sin ninguna posibilidad de escape y sin medios para pedir ayuda".

El también secretario general de la organización, Renato Sabbadini, considera que la homofobia parte de la idea de que hombres y mujeres no deberían ser iguales sino desempeñar roles sociales incompatibles entre ellos.

El estudio, realizado por Daniel Ottosson de la Escuela Universitaria de Södertörn (Estocolmo), recuerda además que las actividades sexuales entre personas del mismo sexo nunca han sido tipificadas como delito en doce países: Benin, Burkina Faso, Mali, República Centroafricana, Chad, Congo-Brazzaville, Costa de Marfil, República Democrática del Congo, Gabón, Madagascar, Níger y Ruanda.

ILGA es una red mundial defensora de la igualdad de derechos de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales y agrupa a más de 670 organizaciones de 110 países.


Fuente: Efe: ADN

viernes, 26 de junio de 2009

Herramientas sin Fronteras para Burkina Faso


La empresa dedicada a la fabricación de herramientas de mano artesanales Bellota, con sede en la localidad guipuzcoana de Legazpi, recogerá, hasta mediados de julio, en 650 puntos de venta de toda España herramientas de mano en desuso de cualquier marca para enviarlas a Burkina Faso (África).

En un comunicado, Bellota Herramientas explicó que se trata de una experiencia piloto que, si tiene éxito, incorporará a su Plan Estratégico como parte de su Responsabilidad Social Corporativa.

Este proyecto, denominado 'Herramientas sin fronteras', es una iniciativa solidaria para enviar a Burkina Faso herramientas de mano recogidas en los puntos de venta de Bellota, como ferreterías y establecimientos especializados, suministros de construcción, agrícolas o industriales.

Bellota ha instalado ya 650 contenedores en establecimientos de toda España donde, hasta medidos de julio, recogerá herramientas de cualquier marca.

Según explicó la multinacional, a través de esta iniciativa, que desarrollará en colaboración con la asociación socio-cultural catalana Burkina Faso També y transportes Azkar, "avanza en su plan de Responsabilidad Social Corporativa, tras años comprometida con los procesos de calidad y respeto con el medio ambiente".

La compañía señaló que con el fin de "animar a los consumidores a depositar sus herramientas usadas", entregará un cupón descuento para la adquisición de una nueva herramienta. Por otro lado, destacó que Burkina Faso es uno de los países más pobres del mundo, el 80 por ciento de su población trabajadoras dedica a la agricultura y existe también una pequeña industria.

Además el porcentaje de población que realiza trabajos manuales es muy elevado, utilizando para ello herramientas básicas, muchas veces realizadas por ellos mismos con materiales precarios.

En este sentido Bellota afirmó que con el envío de herramientas en desuso contribuirá a "facilitar la tarea de los agricultores en el campo y también la de las personas que tengan que construir o reparar su viviendas".

Un año de escuela para 20 niños de Gambia


Los niños de Son Gotleu tienen un buen motivo para sentirse orgullosos. El dinero que recaudaron el día de Sant Jordi con la donación de libros por un euro ha servido para apadrinar a Jainaba Jallow, Basiru Danso, Mariamma Fadera, Madami Bayo, Domitín Manga y Musu Darry. Son seis chicos y chicas de 9 a 14 años que viven en Gambia (África) en unas condiciones que los pequeños palmesanos no pueden ni imaginar. Los chavales de las etnias Fula y Mandinka trabajaban con sus familias o solos en los vertederos de las afueras de los lugares turísticos, aunque ahora tienen la oportunidad de ir a la escuela gracias a los 627,15 euros recaudados en Son Gotleu el Día del Libro.
No son los únicos niños gambianos que se han beneficiado de la solidaridad de esta ciudad, ya que los residentes de la Llar d´Ancians realizaron una exposición y una jornada de puertas abiertas para conseguir fondos. Entre ambas actividades sumaron 1.400 euros y, como cada apadrinamiento para cubrir los gastos de acudir a la escuela durante un año cuesta cien euros, en total hay una veintena de nuevos estudiantes en dicho país africano gracias a los jóvenes y los mayores palmesanos.
"Era la primera vez que realizábamos esta actividad en Son Gotleu, aunque dado su éxito seguramente la repetiremos el año que viene", afirma Carlos Vecina, miembro del Proyecto de Desarrollo Comunitario de Pere Garau y Son Gotleu. La idea surgió de la Plataforma de servicios y entidades de la segunda barriada y el objetivo era "hacer una intervención comunitaria con estudiantes de los colegios Es Pont, Joan Capó, Corpus Christi, Sant Josep Obrer y Gabriel Vallseca y del instituto Sureda i Blanes para fomentar el protagonismo de los jóvenes, dar una imagen positiva del barrio y contribuir de forma solidaria con la ONG La Sonrisa de África (Gambia)", como detalla. Y qué mejor que organizar una actividad cultural el Día del Libro. Los niños pidieron a sus padres que les diesen libros usados que tuviesen por casa para hacer un mercadillo, aunque también hicieron donaciones el Ayuntamiento, el Institut d´Estudis Baleàrics y Cáritas.

La plaza Joanot Colom se llenó de alumnos de casi todas las nacionalidades –Son Gotleu es uno de los barrios con más inmigración– y algunos de ellos pudieron sentirse identificados, debido a su origen, con los niños de Gambia que aparecían en la muestra de fotos que también se hizo.

Proyecto de futuro

La autora de dichas fotografías es Conxi Pou, cooperante y mediadora en la isla de La Sonrisa de África. Cuando estuvo allí, conoció de primera mano la intención de la ONG de desarrollar un proyecto "para que los niños puedan tener más de un año de escolarización y no se vean abocados a la incertidumbre de su futuro. Se trataría de crear un centro donde puedan comer y dormir –muchos son huérfanos–, y donde aprendan un oficio que les permita salir adelante", tal como explica. Sin embargo, todavía no tienen dinero para desarrollar esta idea, por lo que serán necesarias más actuaciones como la de Son Gotleu y la Llar d´Ancians para conseguirlo.

Texto: Raquel Galán

La primera vacuna contra la malaria se aplicará a gran escala en 2011


El investigador español y Premio Príncipe de Asturias por su lucha contra la malaria, Pedro Alonso, dijo hoy que la vacuna de primera generación que estará lista el 2011 es lo suficientemente buena para que se aplique a gran escala.

Alonso explicó que la vacuna de primera generación denominada RTS`S estará registrada para su uso el 2011, si los ensayos de prueba de la última fase concluyen con resultados positivos. El investigador recordó que la vacuna “será un paso gigante para la lucha contra la malaria”, aunque no será una solución definitiva recordó el doctor.


La malaria es una enfermedad que mata al año entre uno y tres millones de peronas en el mundo e infecta a 300 y 500 millones. Con la vacuna de Alonso del Centro de Investigación en Salud de Manhica (Mozambique) se podrá combatir con la malaria y tener una efectividad entre 30 y 50 por ciento, “un avance muy grande” según el doctor, debido a la complejidad del virus. Alonso predica que dentro de 40 años se puede erradicar completamente la malaria del planeta.


Si quieres saber más:
El País:"La vacuna de los pobres"

miércoles, 24 de junio de 2009

La crisis frena las adopciones internacionales de los gallegos



Las adopciones nacionales tienen una espera media de siete años, frente a los tres para algunas internacionales, como en el caso de los menores naturales de China. Por su parte, con respecto a los nuevos países acreditados, como Vietnam en 2008, ya hay asignaciones en Galicia, según explicó la jefa de servicio de Defensa do Menor de la Xunta, María del Sagrario González Parra.

En cuanto al coste del proceso, las adopciones internacionales oscilan entre los 7.000 euros y unos 11.000 euros, dependiendo del país de procedencia del menor. Las tarifas son aprobadas por las comunidades autónomas en coordinación con el Ministerio de Sanidad y Política Social.

Además, de la incidencia de la situación económica, ha influido en la tendencia descendente que algunos países piden 'más exigencias' a los padres que van a adoptar, manifestó María del Sagrario González Parra.

La tendencia de bajada de las adopciones no sólo se registra en Galicia, sino que se da en todo el territorio nacional, con una reducción significativa en 2007 y 2008. En concreto, el año pasado en la Comunidad gallega fueron adoptados 175 menores extranjeros y 58 nacionales.

Con respecto a 2007, las adopciones internacionales fueron 56 menos en 2008, al pasar de 231 a 175; y las nacionales registraron 18 procesos menos, tras bajar de 76 hace dos años a 58 el ejercicio pasado, según datos de la Consellería de Traballo e Benestar.

Otro de los factores que apuntó Sagrario González que influyó en el descenso de las adopciones internacionales consiste en que algunos países como Etiopía, que se sitúa a la cabeza en los de menores extranjeros adoptados en Galicia en 2008, establecen 'problemas' con las familias monoparentales.

También algunos países están promocionado las adopciones nacionales dentro de su propio territorio, frente a las internacionales y en otros casos las tarifas aumentan, lo que puede haber influido en esta tendencia descendente.

PROCEDENCIA

En lo que va de año fueron asignados a familias en Galicia ocho bebés de entre 0 y 1 año de edad. Según los datos facilitados a Europa Press por el servicio de Defensa do Menor, son adoptados una media de 20 niños al año.

El año pasado, del total de 58 procesos registrados en Galicia, se produjeron 25 adopciones nacionales en la provincia de Pontevedra; 16 en A Coruña; 12 en Ourense; y cinco en Lugo.

Por su parte, en 2008 la mayoría de las adopciones internacionales en Galicia se llevaron a cabo por familias en la provincia de A Coruña, con 81; seguida de Pontevedra, con 72; Lugo, con 12; y Ourense, 10.

En cuanto al país de procedencia de los menores, Etiopía se situó a la cabeza en 2008, con 98 de las 175 adopciones asignadas. También destacan China (28), Colombia (18), Brasil (6); Rusia (5), Ucrania (4), y Filipinas (3).

Fuente: Efe

Luanda, la capital más cara del mundo


La capital de Angola, Luanda, es la ciudad más cara del mundo para trabajadores extranjeros, por segunda vez consecutiva, situándose por delante de ciudades como París y Londres, según una investigación de la consultora de recursos humanos ECA International.


El estudio elaborado por ECA comparó el coste de vida en más de 370 ciudades en todo el mundo y en él se engloban gastos como la vivienda.“El hecho de que Luanda lidera la lista puede sorprender a algunos”, afirmó Lee Quane, de ECA International, explicando que tal hecho se debe a que “el estudio engloba bienes y servicios típicamente adquiridos por expatriados, que pueden ser muy caros en ciudades como esta, ya que no existen en el mercado local”. Además de Luanda, también la capital de Gabón, Libreville; Kinshasa, en la República Democrática del Congo; Abidján, en Costa Marfil y Abuja, en Nigeria, se encuentran en la lista de los 25 países con costes de vida más elevados para los expatriados. Los datos reflejados son utilizados por las empresas multinacionales para calcular las ayudas de costes pagados a funcionarios en el extranjero.


Según la consultora, la presencia de varios países africanos en el liderazgo de la lista se relaciona con el hecho de que los trabajadores extranjeros compren frecuentemente productos caros importados. La segunda ciudad más cara es Oslo, capital de Noruega, seguida de Stavanger, también en aquel país.En cuarto lugar, surge Copenhague, en Dinamarca, y después Moscú, en Rusia.Zurich, Ginebra, Basilea y Berna, en Suiza, forman también parte de la lista de las ciudades más caras para trabajadores extranjeros, constando en el top de las 10 ciudades con costes de vida más elevados. El estudio sitúa la capital británica en vigésimo cuarto lugar.

martes, 23 de junio de 2009

Somalia declara el estado de emergencia



El presidente de Somalia, Sharif Sheikh Ahmed ha declarado en rueda de prensa el estado de emergencia en el país ante la intensificación de los ataques de los insurgentes islamistas. Esta medida entrará en vigor cuando el Parlamento la apruebe formalmente.

El pasado sábado, el gobierno somalí pidió a los países vecinos que enviasen a sus ejércitos para ayudar a detener la ofensiva que los islamistas iniciaron el pasado 8 de mayo, con el radical islamista Al Shabab a la cabeza, entre otros.

En su petición, el presidente del Parlamento, Sheik Aden Mohamed Nor, señaló la urgencia del apoyo de Etiopía, Kenia, Yemen y Djibuti, afirmando que deberían enviar tropas “cuantos antes”, ya que el gobierno está “a punto” de ser derrotado. Añadió que los países vecinos corren el riesgo de ser atacados si los islamistas se hacen con el poder en Somalia.

En los últimos días los ataques se han recrudecido, y han llegado a costar la vida de varios altos cargos somalíes, entre ellos el ministro de Seguridad Interior, Omar Hashi Aden,y el antiguo embajador de Somalia en Etiopía, Abdi Karin Lakanyo. Ambas personalidades fallecieron en un atentado suicida en la ciudad central de Baladweyne, junto con al menos otras 37 personas, entre ellas, militares y varios familiares del ministro Aden. El miércoles pasado murió, también en un combate contra rebeldes radicales islámicos, el comisario de Policía de Mogadiscio, Ali Said Sheikh Hassan.

El proposito de los islamistas es derrocar al gobierno somalí, líder de la Alianza para la Nueva Liberación de Somalia. Las ofensivas se iniciaron el pasado mes de mayo, y desde entonces han muerto cerca de 450 personas por la violencia en el país, y cerca de 117.000 han huido de sus hogares en Mogadiscio debido a los combates en la ciudad.

Los cientos de civiles heridos en los enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los insurgentes islamistas se enfrentan a la hambruna en los hospitales de Mogadiscio, según han declarado fuentes médicas a la Organización de las Naciones Unidas.

Los hospitales en la capital somalí están abarrotados por el número de heridos que buscan tratamiento desde que se intensificó el enfrentamiento. “Tenemos más gente que nunca en el hospital" señaló el subdirector del hospital Medina, Dahir Mohamed.

Mohamed añadió “hemos levantado cobertizos y tiendas fuera para la carga extra, y estamos tratando a los heridos debajo de los árboles”, indicó. Sin embargo, anotó, el hospital se enfrenta a un nuevo problema, ya que “los pacientes están hambrientos porque no tenemos la forma de alimentarlos”.

lunes, 22 de junio de 2009

La biblioteca del desierto

El viajero puede llegar en avión desde Bamako, la capital de Malí, pero el trayecto resultaría demasiado efímero, fútil. Mejor, tan cautivador como incómodo, es hacerlo en cayuco, 14 horas río Níger abajo desde Mopti a Niafunké, y luego, en vehículo todoterreno, otras tres horas de pista arcillosa hasta Tombuctú.
En la capital del desierto, frontera mítica entre el Magreb y el África negra, sobrevive la biblioteca Ahmed Baba, donde 30.000 manuscritos son la memoria impresa de la presencia islámica en África. "¡Aquí está nuestra historia!", exclama Ghair Abdel. Y abre una puerta de chapa metálica, la última frontera que nos separa de legajos con hasta mil años de vida que ahora hibernan entre decenas de cajas de cartón, vitrinas llenas de polvo y montañitas de arena amarilla en el suelo.
De nombre oficial Instituto de Investigación y Documentación Islámica Ahmed Baba, la biblioteca de Tombuctú atesora más de 30.000 manuscritos y ediciones de textos religiosos y literarios, mapas de viaje y notas comerciales. Son el disco duro de una ciudad que durante seis siglos tuvo lugar preferente en la historia.
Fundada en el siglo XI por nómadas tuareg para organizar el trueque de esclavos y oro procedente del sur por sal y cobre del norte, Tombuctú fue el eje del impero malí. Fue ocupada en 1468 por guerreros songhai, arrasada por hordas marroquíes en 1591 y, al fin, reconquistada por el ejército de los hombres azules en 1737. Tombuctú mereció halagos de "ciudad misteriosa", y fue considerada "la Atenas de África". En la actualidad, la ciudad de los 333 santos acoge a unos 35.000 habitantes.

Esfuerzos de conservación

El mayor patrimonio de la capital del desierto, 900 kilómetros al norte de Bamako, reside en la biblioteca Ahmed Baba y en otro par de centros privados de conservación de manuscritos que gestionan familias de larga estirpe. Creado en 1970 por la ONU, el Instituto Ahmed Baba concentra el esfuerzo internacional para que la memoria impresa de la presencia islámica en África no se disuelva en la arena. Pero, vistas las condiciones en las que se almacena el legado, el visitante termina por ceder a la tentación pesimista. Aquí no abundan medios de conservación, pero sobran el polvo, el calor infame de los días y el frío, seco y afilado, de las noches de invierno.
"No es la mejor manera de cuidar libros, pero trabajamos duro", indica el vigilante de la biblioteca.
Afuera, entre calles de polvo y bibliotecas familiares, como la Kader Haidara, que conserva varios miles de manuscritos del total de 100.000 que existen en Tombuctú, la fotografía actual de la Meca literaria del Sáhara oscila entre el perfil puntiagudo de sus tres grandes templos de adobe, las mezquitas de Djingareyber (construida en el siglo XIV), Sankoré y Sidi Yéhia (siglo XV), y la destartalada plaza de mercado en la que se realiza la actividad comercial.
Niños de cara empolvada trasiegan con pollos en venta mientras buscavidas se acercan y tratan de colocar sus navajas repujadas en cuero o pedazos de sal mineral excavados más al norte. Toca regresar a Niafunké, el pueblo que gobernó el bluesman Alí Farka Touré. Una visita a su tumba, alicatada de blanco a las afueras de la villa, devuelve al ritmo cansino que marca la vida cotidiana en África.


Fuente: Público.es

Texto: Carlos Fuentes
Si quieres saber más:

domingo, 21 de junio de 2009

La huída diaria de los habitantes del Congo


El área alrededor de Kichanga está llena de colinas, es verde y fértil. Pero Sarah Makelele no tiene ojos para la belleza del paisaje en el este del Congo. Sólo ve los toldos de plástico con el logo azul del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estirados sobre precarias construcciones de madera. Y la tierra reblandecida, y al resto de personas que compiten con ella por un techo bajo el que cobijarse, y por un puñado de harina o frijoles. Makelele tiene 34 años, pero aparenta 50, agotada y enjuta como está.

"Hace sólo dos días llegamos de otro campo de refugiados en Masisi", dice y apunta a un pequeño grupo de desplazados. "Las FDLR atacaron el campo, por eso tuvimos que huir otra vez". Para muchas personas en Kivu, en el este de la República Democrática del Congo, la huida es parte constante de sus vidas desde hace 15 años. Las FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda) son una milicia hutu, que huyó hacia el país conocido entonces como Zaire tras el genocidio en Ruanda en 1994. Muchos de los milicianos estuvieron implicados en la masacre contra unos 800.000 tutsis y hutus moderados.


En Congo, la milicia es parte de los temidos grupos rebeldes, que aterrorizan a la población con asesinatos y violaciones. Makelele no ha estado en su pueblo natal, ubicado al norte de Masisi, desde hace más de dos años. El pasado otoño (austral) llegó hasta la capital provincial Goma huyendo de una ofensiva de la milicia CNDP del general tutsi Laurent Nkunda, entre tanto integrada en el Ejército nacional. Ahora está en Kichanga, el antiguo bastión de Nkunda, en el que también estaba su cuartel general. El campo de refugiados en las afueras de la pequeña localidad se ha llenado rápidamente con desplazados, que llegan portando lo básico. Un colchón de espuma, un poco de ropa, utensilios de cocina. Tras años de huidas eso es todo lo que poseen muchos de los 1,3 millones de refugiados en el este del Congo. Para Makelele, así como para el resto de recién llegados, lo más importante es registrarse lo más pronto posible como nuevos habitantes del campo. Sin el documento que lo acredita, son excluidos de la repartición de alimentos, y la única esperanza sería encontrar trabajo con los campesinos del lugar, que les pagan en especies.


"Aquí no hay muchos indicios de solidaridad", dice Makelele, encogiendo los hombros. "La mayoría no tiene de por sí suficiente como para regalar algo". Jules Mukenyezi, médico en el hospital de Sait Benoit en Kichanga, ve él mismo a diario las consecuencias de las carencias en el abastecimiento. "Desde hace meses tratamos aquí a muchos niños con problemas de desnutrición", dice. "La mayoría de ellos no son de Kichanga, sino vienen de los campos de acogida". Nada ha cambiado tampoco en Goma, donde sólo en los cinco campos "oficiales" viven unos 120.000 refugiados, respecto a la miseria en la que viven los desplazados.


Sobre todo desde que la crisis en el este del Congo dejó de ocupar los titulares de los medios tras la detención del general Nkunda el pasado enero. Adéle Mirafunane caminó ocho kilómetros desde su propio campo de acogida hasta el de Mugungu I, donde Cáritas repartió frijoles, harina y leche en polvo. Espera que alguien se compadezca y le dé algo para poder alimentar a sus cinco hijos. "Las raciones simplemente no alcanzan", dice, desesperada. Ahora, en la época de lluvias, la situación de los refugiados es incluso más difícil, ya que muchos de ellos duermen a la intemperie.

Niños en harapos deambulan en el área cercada con cuerdas, en el que las fuerzas de seguridad reparten los alimentos, provistos de garrotes. Si los hombres se descuidan, los niños arrancan a la carrera para tomar en sus manos ávidas un poco de harina o un puñado de legumbres. Y se ríen sin consiguen escapar a los porrazos. Para los niños, que apenas si conocen la vida fuera de los campos de acogida, se trata de un juego. Un juego en la lucha diaria por la supervivencia.


Fuente: Eva Krafczyk

Miradas de un hospital de Sudán

Os dejo algunas fotos del reportaje fotográfico de FINBARR O'REILLY realizado en un hospital de Sudán. Si quereis verlo completo pinchar aquí Miradas a un Hospital de Sudán
Las guerras, los conflictos y la escasez de recursos han obligado a 42 millones de personas de todo el mundo a abandonar sus hogares en su propio país o a emprender el exilio, según datos del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (ACNUR). En Sudán por ejemplo, más de 419.000 personas viven desplazadas.

La niña que aparece en esta fotografía espera ser atendida en un hospital de Médicos Sin Fronteras en la localidad de Nasir, en el sudeste de Sudán.


Nyakama Jock, de 14 años, pertenece a los nuer, una etnia africana que vive de la ganadería y que se ha visto especialmente afectada por la violencia tribal. A pesar de su corta edad, su mirada delata las duras condiciones de vida a las que se encuentra sometida. Nyakama está siendo atendida en el mencionado hospital a causa de un disparo de bala en el brazo derecho.
Nyachoat Chuol, de 10 años, tuvo que ser escayolada tras recibir un disparo en su pie. Los enfrentamientos entre los grupos étnicos se han recrudecido en los últimos días en el país africano. A la violencia del día a día se suman las precarias condiciones de salud y las escasas instituciones sanitarias del país. Médicos sin Fronteras lucha por mantener los servicios de atención primaria e intenta reforzar los de atención secundaria.





Pero si algo preocupa en Sudán, son las epidemias. En el país, que lleva más de 20 años de enfrentamientos, las enfermedades mortales y los brotes de cólera y meningitis son muy habituales. También la tuberculosis. Hasta el punto de que en la clínica de Médicos sin Fronteras hay un zona habilitada para estos enfermos conocida como 'Tuberculosis Village'.


Esta mujer es otra de las pacientes ingresadas en la 'Tuberculosis Village'. La tuberculosis es junto con la malaria una de las enfermedades más mortales del continente africano, especialmente en esta zona de Sudán.


jueves, 18 de junio de 2009

La esclavitud sobrevive en Mauritania



Cuando leo estas noticias me parece estar leyendo un libro de historia, viendo la famosa serie televisiva de "Raices" o leyendo una novela, pero lo peor es que es realidad y ocurre en nuestro días, en pleno siglo XXI. África no ha conseguido superar una de sus mayores desgracias de a que durante siglos fueron víctimas los afrcianos, la esclavitud. Un hecho histórico que desembocó en un colonialismo atroz, sin escrúpulos, con afán de poder y de lucro. Un colonialismo que se ha ido prolongando durante siglos y que ha dejado las marcas de sus garras en la historia africana actual.

A M'Barek Uld Mahmud lo vendieron con seis o sieteaños. No sabe cuánto pagaron por él, ni tampoco le interesa demasiado. Ahora tiene 56 años, y desde hace tres ha dejado de ser un esclavo.

ENRIQUE RUBIO/ EFE

Tampoco puede decir que sea un hombre libre, porque sus propiedades, si las tuviera, serían de su amo, su herencia, de haberla, la disfrutarían los hijos del dueño, y los tribunales, mientras, jamás le darían la razón.

En Mauritania quedan entre 300.000 y 500.000 esclavos, todos ellos de raza negra, privados de derechos y resignados a seguir siendo invisibles ante la Justicia y las autoridades.

Hay algunos, como M'Barek, que han conseguido huir y asentarse junto a otros antiguos vasallos en paupérrimos poblados abandonados por el Estado, en los que "no hay ni una escuela, ni un dispensario, ni siquiera una mezquita".

















Los más de 1.200.000 mauritanos que, según cálculos de la Organización SOS Esclavos, han sido esclavos han dejado atrás los castigos corporales y el trabajo extremo, pero no han recuperado sus derechos.

"Una vez, el amo nos ató a mi y a mi hermana a la rama de un árbol, suspendidos en el aire, y encendió una pequeña fogata bajo nuestros pies para castigarnos por perder el rebaño", relata M'Barek casi con indiferencia.

En 2007, tras la llegada del presidente Sidi Mohamed Uld Cheij Abadalahi en las primeras elecciones libres en el país, todo pareció que iba a cambiar. En agosto de ese año se aprobó una ley que, pese a que la esclavitud está formalmente abolida desde 1981 en Mauritania, imponía castigos y penas de hasta diez años de cárcel para todos aquellos que siguiesen teniendo esclavos a su servicio. Sin embargo, dos años y 546 denuncias más tarde, todavía está por ver que algún tribunal les dé la razón.

"La ley está muy bien, pero no sirve de nada si no se aplica. El problema es que los tribunales locales se rigen por la 'sharia' (ley islámica) que, según el rito malekita que se sigue en Mauritania, da cobertura a la esclavitud", explica Biram Uld Dah Uld Abeid, encargado de misiones de SOS Esclavos.

Fatigado, M'Barek asiente desde una "tarba" (un sofá corrido árabe) y añade: "Y el problema es que la Justicia está en manos de las mismas tribus que tienen esclavos, y que son los principales interesados en perpetuar el problema".

Para comprender el fenómeno de la esclavitud conviene recordar que Mauritania es un cruce de caminos entre el mundo árabe-bereber y el África negra, un choque entre una tradición esclavista y otra que la ha sufrido durante siglos. No en vano, éste fue el último país en abolir formalmente la esclavitud.

Uld Dah considera que la comunidad internacional da vía libre a que en Mauritania se practique "una democracia a la ateniense, que sólo tiene en cuenta los intereses de unos cuantos, mientras el resto son esclavos o ex esclavos sin derechos".

Y aunque su comercio ya no se practique en plaza pública, SOS Esclavos denuncia que los intercambios con los países del Golfo Pérsico son algo muy frecuente. Pese a las mejoras alcanzadas recientemente y una mayor conciencia social -hasta hace apenas unos años era un tema tabú-, el control de los amos sobre sus esclavos sigue siendo absoluto.







Habi Mint Rabah logró escapar el año pasado de sus amos gracias a su hermano y a SOS Esclavos. Tuvo dos hijos, uno de ellos ya ha muerto, y aunque no quiere hablar del asunto, su hermano explica que fueron fruto de las violaciones continuadas que sufría a cargo de su dueño.

El dominio de los esclavistas sobre sus sirvientes se extiende hasta el punto de que todas las mujeres, al margen de su edad, pueden ser utilizadas sexualmente. Al igual que muchos otros de sus compañeros, Rabah pensó en escapar, e incluso lo llegó a hacer en alguna ocasión, pero finalmente siempre decidía regresar.

Esta sumisión se explica porque, como cuenta M'Barek, "los dueños separan a los niños de sus madres desde pequeñitos, y les enseñan que Alá les ha elegido para servir y que si se escapan irán directamente al infierno".

El control sobre las mentes de sus siervos llega hasta el extremo de enfrentarles a su propia familia, como le sucedió a Ahmed, a quien sus hermanas quisieron matar a golpes después de que él hubiese decidido demandar a su amo por unas tierras que éste le había arrebatado. "Vinieron armadas con palos y empezaron a golpearme por todo el cuerpo", dice enseñando una gran cicatriz en la cabeza. "Pero pude rechazarlas a bastonazos y desde entonces no he sabido nada más de ellas".

Su demanda lleva años en los tribunales y es el único motivo que empuja a seguir adelante a Ahmed, que sobrevive gracias a las limosnas de sus amigos y desconocidos. "Hasta que la Justicia no me dé la razón y me dé lo que es mío no descansaré; no seré un hombre libre", dice.

Si quieres saber más:

El Mundo: "Tráfico humano: Demanda multimillonaria"
ABC: "Mauritania, esclavos por tradición"
Rio Negro: "Los Negros Invisibles"
Amnistía Internacional: "Mauritania, un futuro sin esclavitud"

martes, 16 de junio de 2009

Sudán permite el regreso de cuatro de las trece ONG's que expulsó

Cuatro de las 13 agencias humanitarias expulsadas por el Gobierno de Sudán el pasado mes de marzo podrán regresar a la región de Darfur para seguir prestando ayuda a la población de una de las zonas más pobres del mundo. Así lo ha anunciado el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, informa Reuters.Estas entidades deberán sin embargo registrarse con otros nombres y logotipos.

Estas ONG son CARE International, Save the Children, Mercy Corps y PADCO. Podrán volver a su labor en Darfur, pero las autoridades de Jartum les han exigido que se registren bajo otros nombres y logotipos. "Esta posibilidad existe para todas las organizaciones que fueron expulsadas", ha asegurado Holmes.

En esa región sudanesa hay casi 2,5 millones de personas que sobreviven fundamentalmente gracias a la ayuda humanitaria. Cuando fueron expulsadas las ONG -después de que la Corte Penal Internacional de La Haya emitiera una orden de busca y captura contra el presidente Omar al Bashir por crímenes de guerra en Darfur-, se temió por la supervivencia de toda esa gente.









Respecto al futuro del resto de ONG expulsadas, entre ellas Oxfam Internacional, Médicos Sin Fronteras y Acción contra el Hambre, sigue siendo una incógnita. Holmes ha insistido en que "si se presentan con nuevos nombres y nuevos logos tienen la posibilidad de ser bienvenidas de nuevo".

Si quieres saber más:
El País: "Sudán arrebata el reparto de la ayuda de las ONG's extranjeras"

El País: "Sudán deja a un millón de refugiados sin ayuda al expulsar a 13 ONG's de Darfur".

lunes, 15 de junio de 2009

Se rueda en Marruecos una nueva versión de Ben Hur


En Marruecos ha comenzado el rodaje de la nueva película de Ben Hur. Cincuenta años después de que la cinta dirigida por William Wilde llegará a los cines, el celuloide ha decidido rendir homenaje al filme que logró por primera vez en la historia hacerse con once Oscar.
La nueva película de Ben Hur, una superproducción que cuenta con 15,5 millones de euros de presupuesto y que está dirigida por Steven Shill, cuenta en el reparto con tres actores españoles: Lucía Jiménez, Miguel Ángel Muñoz y Simón Andreu.
La película Ben Hur llegará a España en forma de miniserie para televisión.
Si quieres saber más:

96.000 personas abandonan sus hogares en Morgadiscio a causa de los combates

Campamento de refugiados en Somalia

El número de somalíes que se han visto obligados a huir de sus hogares en Mogadiscio ha alcanzado los 96.000 desde el inicio de los combates entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados de la oposición el pasado 8 de mayo.
De este último número total de desplazados, se calcula que 35.000 permanecen en la ciudad, buscando cobijo en zonas más seguras al carecer de medios económicos para abandonar Mogadiscio. Unas 26.000 personas han podido huir a los emplazamientos provisionales en el llamado corredor de Afgooye, situado a unos 30 kilómetros al sureste de Mogadiscio, sumándose a los 400.000 desplazados internos que ya se encuentran allí refugiados. Los restantes 35.000 han huido a otras partes de Somalia. Algunos también se dirigen a países vecinos.
Según los socios locales de ACNUR en Somalia, unas 2.000 personas han expresado su intención de cruzar la frontera con Kenia. Más de un millar han manifestado estar preparados para jugarse la vida y emprender, con la ayuda de traficantes, el peligroso viaje de cruzar el Golfo de Adén hacia Yemen. Aproximadamente 600 personas han indicado a nuestros socios locales que se dirigen hacia Etiopía.

Cerca de 200 llegadas diarias

En la vecina Kenia, el número de nuevas llegadas desde Somalia ha pasado de una media de 100 persona diarias, a cerca de 200 durante la semana pasada. Desde principios de año, casi 32.000 personas han cruzado la frontera para entrar en Kenia, estableciendo el número total de refugiados somalíes en el país en más de 297.000.
Seguimos distribuyendo con rapidez la ayuda a los desplazados en Somalia. Los socios locales de ACNUR acaban de finalizar la primera fase de la distribución de ayuda en el sur de Mogadiscio. Las entregas de ayuda humanitaria de ACNUR se iniciaron el martes 26 de mayo y 12.600 personas han recibido lonas plásticas, esteras para dormir, juegos de utensilios de cocina, mantas, bidones y productos de higiene en la zona de Kah Shiqal en el sur de Mogadiscio.

Estaba previsto que la siguiente fase de distribución de ayuda se inicia a principios de semana en las proximidades de un lugar llamado Kilómetro 13, en las afueras al sureste de la capital somalí. Durante esta fase esperábamos poder distribuir ayuda humanitaria a casi 30.000 personas, aunque la distribución se vio interrumpida por los combates entre los grupos de la oposición y las fuerzas gubernamentales por el control de la carretera principal entre Mogadiscio y el distrito de Afgooye.
ACNUR lidera un equipo encargado de coordinar las respuestas e intervenciones de todos los actores humanitarios en esta nueva urgencia.
Si quieres saber más:

El león sobrevive en un África Central desgarrado por la guerra




La vida está resultando difícil para la fauna salvaje que vive en la agitada frontera entre Uganda y la República Democrática de Congo, ya que las tropas acampan incluso en mitad de un parque nacional en la zona congoleña, mientras los pastores han sido desplazados junto a su ganado a otro parque contiguo ugandés.

Esta situación pone en peligro los rebaños de los pastores ya que se encuentran a merced del león, que en la frontera entre ambos países presenta sus mayores poblaciones, según explica la Universidad de Wisconsin-Madison. Pero la situación de este animal también está en peligro debido a la guerra y a los pastores, que intentan defender a su ganado de estos depredadores. De manera que los científicos piden a los gobiernos de Uganda y Congo que integren al 'rey de la selva' en sus zonas protegidas para evitar su exterminio.

El profesor Adrian Treves, junto a un equipo de investigadores de la Sociedad de Conservación de la Fauna presentan sus conclusiones en la revista 'Oryx', en un estudio recogido por otr/press en el que explican que desplazados por el conflicto armado en el Congo ,los pastores tratan de proteger su ganadería envenenando y disparando contra los depredadores, que ya han caído en gran número. Esta situación ha creado gran preocupación entre los ecologistas, ya que esta situación podría terminar con la extinción del Rey de la selva en Uganda.

Por ello, los expertos están buscando una solución para que no tengan que matar a los leones, y Treves cree que podrían convencer a estos pastores para coexistir con estos animales. "La población de leones de Uganda es un tercio de los que existen en el mundo y estos animales son una fuente increíble de ingresos en turismo", explicó el director del estudio. Así, esperan que los Gobiernos de ambos países, las reservas más ricas de diversidad biológica en el mundo, integren esta especie dentro de las reservas naturales que poseen. Para llevarlo a cabo habría que invertir dinero, sin embargo es precisamente la pobreza intensa del área y la guerra que se está produciendo, lo que ha hecho peligroso realizar un estudio de los leones que están en libertad.

Lo que sí es fácil de estudiar es el número de presas que ha ido dejando un león, desde un avión. Así, Treves y sus colegas sobrevolaron contabilizando las víctimas del depredador y así calcularon la cantidad de leones que habría en la zona. Una vez realizado este estudio, determinaron que en el Congo hay cuatro o cinco veces menos leones que en el vecino Uganda, debido a la usurpación por parte del ejército y la pérdida de hábitat. Ahora los científicos solicitan un traslado para que el Congo tenga una densidad similar de leones a la de Uganda y la región entera podría mantenerse firme en unos 905 leones.


EL ECOSISTEMA EN PELIGRO

Este proyecto de traslado es muy importante para este equipo, quien señala que la abundancia de león en Uganda también reveló una tendencia inquietante: una disminución de la especie del 50 por ciento entre 1999 y 2004, aun cuando los números de presa se elevaron en el 7 por ciento a lo largo del mismo período. Y si los leones desaparecen, como unos pronostican, el ecosistema entero podría estar en el peligro, dice Treves. Investigaciones anteriores muestran que la pérdida de un depredador superior puede provocar una cascada de cambios imprevisibles y completamente transformar el sistema.

De todos modos Treves asegura que él es optimista y que ésto no tiene que ocurrir mientras se realicen intervenciones de conservación inmediatas. Él espera que la investigación llevada a cabo por su equipo sirva como una llamada a la acción. "No quiero ver leones desaparecer de Uganda. Es un destino que tenemos que evitar", concluyó.

Fuente: Europa Press

El trabajo infantil afecta a 218 millones de niños


De los 218 millones de niñas y niños, de entre cinco y diecisiete años, que trabajan en el mundo, 126 lo hacen en condiciones peligrosas y 8,5 en condiciones de esclavitud. El Movimiento NATs considera el trabajo en condiciones dignas como una herramienta para ayudar a sus familias y poder costearse los estudios, ropas y medicinas.


Está presente en América Latina, África y Asia, cuenta con más de 30 años de historia y más de 14.000 miembros sólo en Perú. Está formado únicamente por niños y niñas trabajadores que, una vez cumplidos los 18 años, dejan la organización para, en el caso de ser elegidos, convertirse en colaboradores.


Fin de la esclavitud infantil
Desde Save the Children llevan a cabo programas para erradicar la esclavitud infantil y para apoyar a los Movimientos de NATs, dando voz a los niños trabajadores. "El trabajo infantil aglutina una variedad multiforme que no admite respuestas unívocas, ni la prohibición total ni la legalización total" declaró Pepa Horno, Responsable del Departamento de Promoción y Protección de los Derechos de la Infancia de Save the Children. "Por un lado les sirve para garantizar su supervivencia, inviable de otro modo, por otro lado puede producir la muerte o ponerles en riesgo de sufrir maltrato físico y psicológico. Sin embargo hay que tener encuenta las condiciones laborales, la seguridad, la higiene, los horarios de trabajo, que se garantice que no sean maltratados y que puedan combinar el trabajo con el estudio".

Para dar a conocer las experiencias de estos jóvenes trabajadores, estos días están organizando conferencias en distintos puntos de España en las que podemos escuchar los testimonios de expertos en trabajo infantil y de dos jóvenes trabajadores de Perú y Senegal, propios adolescentes trabajadores. Víctor Bryan Bedriñana, un niño trabajador de Perú que se incorporó al movimiento NATs a los 10 años y del que ahora es delegado nacional; por su parte, Seynabou Pouye, es de Senegal, tiene 19 años y es vicepresidenta de la Asociación de Niños, Niñas y Adolescentes Trabajadores de Dakar (AEJT Dakar), asociación que creó en 2003 junto con otras niñas que trabajaban en el servicio doméstico.

19.000 menores regresan a las escuelas en Zimbabwe


La escuela primaria de Takunda, en Mutare, provincia de Manicaland, ha abierto oficialmente sus puertas, dando la bienvenida a aquellos menores que regresan a la escuela. Este es uno de los más de 30 establecimientos de educación primaria que han que han beneficiado a más de 19.000 estudiantes en Zimbabwe.


Se trata de una treintena de centros de educación primaria y centros de desarrollo del niño en la primera infancia (DNPI) que han recibido la ayuda de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y de otros colaboradores destinada a hacer frente a las necesidades educativas de emergencia y que han beneficiado a más de 19.000 estudiantes. Desde abril de 2008 y en colaboración con la alianza Save the Children, UNICEF y las autoridades educativas locales y provinciales, la OIM ha ayudado a 33 escuelas primarias y centros DNPI en seis provincias. Gracias a la financiación del Fondo central de las Naciones unidas para la acción en casos de emergencia (CERF), el programa tiene por objetivo permitir el acceso a la educación a los menores, no sólo mediante el programa de reformas llevado a cabo en las escuelas así como de las instalaciones sanitarias y de agua, si no también proporcionando libros de texto, artículos de papelería y material recreativo. También se lleva a cabo el aprendizaje de habilidades para la vida.


A pesar de que la reapertura de la escuela primaria de Takunda y de los otros 32 centros sea un paso hacia adelante en la reducción de la vulnerabilidad de los menores afectados por el desplazamiento en Zimbabwe, aun quedan muchos obstáculos que superar en el sector de la educación. Entre ellos, la carencia crónica de profesores, de materiales de enseñanza y aprendizaje, una proporción más elevada de profesores-estudiantes y la falta de las infraestructuras adecuadas. Según UNICEF, el 35% de los puestos de profesores en las escuelas primarias y el 33% en las escuelas secundarias de Zimbabwe están sin cubrir.


Igualmente, cerca de un 70% de los puestos de administrativos en el sector educativo están vacantes. Aunque se desconoce el número de menores vulnerables que no pueden asistir a la escuela en Zimbabwe, las cifras de UNICEF revelan que más de 850.000 huérfanos y menores vulnerables asisten a las escuelas primarias y secundarias en el país durante 2009. Tal y como afirma Marcelo Pisani, Jefe de la misión de la OIM, gracias a iniciativas y colaboraciones como estas un número cada vez mayor de menores podrán beneficiarse del derecho a la educación.

domingo, 14 de junio de 2009

Una gallega protege a los chimpancés en el Congo


La Goodall gallega nació en Vilasánchez, Serantes, estudió veterinaria en la Complutense, vive en África y ya ha cumplido los 32. Se llama Rebeca Atencia y dice que echa de menos "la lluvia de Ferrol", y el "caldo de berzas de la aldea", "y el acento, y las fiestas de Nochebuena" en casa de sus tíos "comiendo marisco y turrón". Añora sobre todo a su familia, y las charlas con sus hermanas "hasta las tres de la madrugada", pero ahora es la directora del santuario para chimpancés de Tchimpounga, en la República Democrática del Congo, y sólo viene una vez al año. De ella dependen para sobrevivir 141 chimpancés, seis mandriles y cuatro monos cercopitecos, y no los piensa dejar solos: "No tengo hijos humanos, pero los chimpancés huérfanos, aquí, son mi familia".

A los ocho años, tras un fuego que arrasó el bosque de Vilasánchez, supo a qué se iba a dedicar cuando fuese mayor. Trabajaba allí un guarda forestal que se llamaba Jaime. "En mitad del incendio, se fue al bosque y salvó muchas crías de animales salvajes. Conocía dónde estaban los nidos y las madrigueras". Luego las crió en su casa, y cuando crecieron las devolvió a la naturaleza, recuerda Atencia. "Quizás no lo hizo de la forma más científica", comenta, "pero a mí aquello me impactó".
Debe de ser que eso de la llamada de la selva es algo que existe de veras. Ahí muy adentro, puede que en el estómago, o un poco más arriba, ella sentía un agujero, algo que le "faltaba", y al terminar la carrera creyó que podría taparlo trabajando en un zoo o en un safari park. Enseguida se dio cuenta de que no. Visitó todos los zoológicos de España, pero nada. "Mi sitio no estaba ahí", dice. "Tenía que buscar más lejos". Y persiguiendo su destino se tropezó con Fernando Turmo, "un apasionado de la evolución humana y la búsqueda de nuestros ancestros". Juntos decidieron dedicar la vida a "salvar el pasado del hombre, salvando al chimpancé en su medio natural". Y tanto convergieron sus vidas que se casaron.
Hace cuatro años empezaron a trabajar los dos para Help Congo, un proyecto de reintroducción de chimpancés en la selva congoleña. Llevaban ocho meses "incomunicados del mundo exterior", conviviendo con sus animales protegidos, pero también con elefantes bastante agresivos y "gorilas macho enfurecidos", cuando se les presentó delante Jane Goodall en Conkouati. La británica sabía que el de ellos era el único proyecto que había conseguido devolver con éxito estos primates a su medio, y les fue a pedir ayuda. Había acumulado 121 chimpancés en Tchimpounga y no les encontraba salida. Turmo y Atencia esperaron a que terminase su contrato y se fueron con ella.
Desde entonces, se han dedicado a acondicionar el santuario y a dar cobijo a los chimpancés enfermos, y sobre todo a aquéllos que han perdido a sus padres. "Cuando el mundo da la espalda a África y la deja sola, todo lo malo viene detrás", explica la ferrolana, "y cuando en la selva se abre una vía de acceso, porque se construye una carretera pública o una ruta para una empresa maderera, el final del equilibrio biológico de esa zona está próximo". "Cada año en el mundo se pierde una superficie como la de Castilla-La Mancha", y en cuanto el hombre consigue acceder a las poblaciones de chimpancés inaugura un nuevo capítulo del comercio de carne de ejemplares adultos y el tráfico de crías vivas. A Turmo, Goodall le encomendó una labor docente: concienciar a los congoleños de lo importante que es para su país preservar la naturaleza. Pero la crisis también ha llegado a Tchimpounga y, últimamente, el equipo ha recortado el gasto en divulgación para poder seguir alimentando y dando un techo de noche a las crías.
Para dar salida a estos animales devolviéndolos a la naturaleza lejos de la caza furtiva, el matrimonio busca selvas e islas vírgenes en los ríos. Necesitan comprar esos terrenos, y a veces les llega alguna ayuda extra, de algún blanco conmovido por el mensaje que difunde Goodall por el planeta, en charlas como la de hace un mes en A Coruña.
Desde que Atencia dirige el santuario, ya ha vivido unos cuantos momentos malos. "Los peores, cuando muere algún chimpancé", cuenta. "El pobre Gregoire, que tenía 67 años, murió estas Navidades. Ahora nos falta un amigo. Fue dramático ver cómo su compañera de instalación lloraba desconsolada cuando retiramos el cuerpo. Sus gritos eran desgarradores, ¡y tan humanos!". "Estos animales son tan próximos a nosotros que da escalofrío", sigue la veterinaria. "Siento que son mi responsabilidad, que la llave de su libertad está en mis manos. Sólo tengo que saber usarla".


Fuente:


Texto: Silvia R.

86 países aún tienen niños soldado

Al menos 86 países aún reclutan a niños y niñas para sus ejércitos y para grupos paramilitares, pese a que algunos de esos Estados han firmado la Convención sobre los Derechos del Niño, según denuncia la Coalición para Acabar con la Utilización de Niños y Niñas soldados y que ha difundido Amnistía Internacional.
"Los niños soldados son ideales porque no se quejan, no esperan que les paguen y si les dicen que maten, matan". De esta forma resumía un alto mando del Ejército Nacional de Chad las ventajas de reclutar, incluso por la fuerza, a menores de 18 años, a muchos de los cuales también se les usa como espías o para que participen de forma activa en hostilidades.

Según un informe difundido por Amnistía Internacional, el número de Estados que han ratificado la Convención de los Derechos del Niño ha ascendido desde 2004 de 77 a los 120 de la actualidad, pero eso no significa que la protección a la infancia sea efectiva. La Coalición para acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldados recoge datos de países del primer mundo en el que esa práctica parecería inimaginable pero es real.

Es el caso del Reino Unido, que envió a menores de 18 años a Irak pese al riesgo de sufrir las consecuencias bélicas del derrocamiento de Sadam Hussein. Es también el caso de Alemania, "cuya utilización de menores soldados es evidente", y de Australia, Austria, Canadá, Estados Unidos, Irlanda, Luxemburgo y Países Bajos. Sin embargo, la explotación militar de niños y ni las es especialmente grave en algunos países africanos y asiáticos, y eso pese a que desde finales de 2004, con el fin de algunos conflictos tribales en países subsaharianos, "decenas de miles de niños y niñas han sido liberados de ejércitos y grupos armados".

Las primeras medidas adoptadas para evitar ese salvaje maltrato a la infancia han llegado de la ONU y de la Corte Penal Internacional, que en 2007 presentó cargos por crímenes de guerra relacionados con el reclutamiento, el alistamiento y la participación activa de menores de 15 años en hostilidades contra miembros de grupos armados de la república democrática del Congo y de Uganda. Ese año, el Tribunal Especial para Sierra Leona declaró a cuatro personas culpables de cargos que incluían el reclutamiento y la utilización de menores durante la guerra civil que asoló ese país de la costa occidental africana.


El ´halal de sangre´

El informe de la Coalición recoge una entrevista con un líder religioso de Pattani, al sur de Tailandia, en la que explica que "cuando los grupos armados reclutan niños y jóvenes les hacen prestar juramento. Una vez que lo han hecho ya no se pueden echar atrás porque, si no, otros miembros los matarán. Es lo que llaman ´halal de sangre´ (homicidio sin culpa) porque castiga un acto de traición a la religión por un munafi". Es cierto que se ha reducido el reclutamiento de menores en lo que va de siglo, pero también lo es que algunos Estados como Myanmar, Chad, Israel, Uganda, Yemen, Sudán, República Democrática del Congo, Somalia o Yemen, no solo los reclutan o usan como espías y mensajeros de guerra, sino que insisten en exponerlos a los peligros psicológicos y físicos del combate.

En el caso de las niñas, formar parte de un ejército incluye la esclavitud sexual, las violaciones y otras formas de violencia sexual. Rescatar a un menor de la actividad militar o paramilitar en la que ha sido adiestrado no es fácil. Para ello se creó un programa de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR) que ha logrado devolver a la vida civil desde 2004, aunque con importantes traumas psicológicos, a más de 500.000 menores, la mayoría varones.

Por contra, muchas niñas quedan excluidas de ese proceso de reintegración, tanto que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hizo una seria advertencia al respecto en su resolución 1460. En Liberia, cerca de 3.000 niñas fueron desmovilizadas, pero nada menos que 8.000 quedaron excluidas de ese proceso. En la República Democrática del Congo también se logró desmovilizar a otras 3.000 niñas, pero esa cifra se cree que es solo el 15 por ciento de las que participaron en la guerra civil de ese país. El informe concluye que la vigilancia y presión internacional debe ser más contundente y también que el camino por recorrer es aún muy largo.

Texto: Belén Molina

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