Desde diciembre de 2008 nos han visitado

Buscar este blog

martes, 30 de octubre de 2012

Ghana, 'sospechoso' primer cliente de España en munición de caza


"¿Hay alguna afición desmedida a la caza mayor en Ghana?". La pregunta se la hace Tica Font, experta en comercio de armas del Centre d' Estudis per a la Pau. Un interrogante que sobrevuela por las organizaciones que se encargan de estudiar el comercio internacional de armas. Dudas que llevan a una sospecha: Ghana, principal socio comercial de España en lo que se refiere a exportación de munición para armamento de caza, es un cliente en el punto de mira. Las ONG temen que estas operaciones terminen por armar a mafias o lleguen a los países de alrededor en conflicto.

En 2011, el país africano —unos 24 millones de habitantes— pagó 7,5 millones de euros por cartuchos para escopeta, según el último informe de la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía. Cifras que sitúan al país por encima de EE UU, entre otros, en este capítulo.

Una mercancía que fue a parar íntegramente a manos privadas. "Y así un año, y otro, y otro... el caso de Ghana no es algo nuevo. Es una realidad inquietante, que se acrecienta al pensar que va a manos privadas", resume Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (Iecah).

Oscurantismo

Una inquietud –sostienen las organizaciones– que debería obligar al Gobierno a dar más explicaciones. "Hay zonas oscuras, opacas, en la ley", explica Pere Ortega, investigador en temas de desarme del Centre d'Estudis per a la Pau, que critica que no se especifique "quién es el comprador, ni el fabricante que exporta". "Prevalecen los intereses comerciales frente a cualquier otro. ¿Se regula el comercio de plátanos pero no el de armas?", se pregunta.

El Gobierno no tiene dudas: "Los mecanismos de control de estas operaciones de exportación son extremadamente rigurosos, y se analizan caso por caso", explican desde el Ministerio de Economía. Recuerdan que existen mecanismos para evitar que se produzca una reexportación o un uso no deseados. Además —sostiene el Gobierno— estos cartuchos se utilizan fundamentalmente para la "caza de pájaros, patos, conejos y venados", y hay otro mercado de cartuchos de fogueo para festivales culturales.

Desde el Ministerio de Economía concluyen que con todos los mecanismos de control que existen es muy difícil que en Ghana los cartuchos de caza se distribuyan de manera incontrolada.

Pero las explicaciones no acaban de calar entre las organizaciones. "Los argumentos no son fácilmente sostenibles, es casi una cuestión de fe. Hasta la fecha, no se ha hecho realmente una labor de seguimiento del material", explica Núñez Villaverde. Desde el Centre d' Estudis per a la Pau, Font asegura que Ghana es "por excelencia" el país que más armamento corto importa", algo "anual y permanente", que sitúa al país en una posición "muy sospechosa".

Fuente: 20 Minutos
Texto: I.G. Rodriguez

lunes, 22 de octubre de 2012

Las mujeres tanzanas tienen el mayor índice de cáncer cervical del mundo

Las mujeres de Tanzania tienen la mayor tasa de cáncer cervical del mundo, dijo hoy a Efe la viceministra tanzana de Sanidad, Lucy Nkya.

"Un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que las mujeres tanzanas tienen los mayores índices de infección de cáncer (cervical) no sólo en África oriental, sino en todo el mundo", aseguró Nkya.
"Estamos alarmados con este informe, que también apuntala las investigaciones hechas este año en el Ministerio", apuntó la viceministra, quien precisó que la enfermedad abunda por la falta de concienciación, los deficientes servicios sanitarios, una detección tardía y altos índices de infección de VIH.Para Nkya, "la culpa es del cambio de estilo de vida, de las medicinas que usa, del medio ambiente, que está muy contaminado y de la mala alimentación".

Un 70 por ciento de las diagnosticadas con esta enfermedad perecen, según la viceministra, quien también explicó que las tanzanas infectadas de VIH tienen un 50 por ciento más de posibilidades que sus compatriotas no infectadas.
"Las mujeres tardan mucho en informar al hospital cuando la enfermedad está en sus comienzos, pero para cuando se les diagnostica, es demasiado tarde", afirmó Nkya, y manifestó que "algunas de ellas tardan en ir al hospital porque tienen creencias de brujería muy arraigadas"

El Gobierno de Tanzania está trabajando en mecanismos de prevención temprana de la enfermedad, mientras que hospitales como el Ocean Road Cancer Hospital de Dar es Salaam, el mayor del país, ofrece diagnósticos de cáncer gratuitos y tratamiento sin coste para los pacientes que no pueden permitírselo.

El estudio de la OMS apunta que una media de 40,7 mujeres tanzanas de cada 100.000 tienen cáncer cervical, mientras que la tasa mundial es del 16.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Mueren de sed 19 elefantes y 2 rinocerontes en el norte de Zimbabwe


Un total de 19 elefantes y 2 rinocerontes han muerto en el Parque Nacional de Hwange, en el Oeste de Zimbabwe, a causa de la sequía que azota la zona y que ha dejado a los animales sin agua.

Según un informe publicado hoy en el diario gubernamental Zimbabwense The Herald, el calor que se vive en esta época en la región ha hecho que el agua de los abrevaderos se haya evaporado, y las bombas que se utilizan para llevarla hasta ahí cuando se vacían están averiadas o no tienen gasolina.

La Autoridad de Gestión de Parques y Flora y Fauna Salvaje asegura que no dispone de los fondos necesarios para atajar este problema, que puede causar la muerte de muchos más animales. “Para evitar que se produzca la tragedia en el Parque Nacional de Hwange, necesitamos urgentemente 100,000 dólares, una cantidad que actualmente no podemos recaudar”, aseguró la portavoz del organismo, Caroline Washaya-Moyo.

El Parque de Hwange está situado en la árida región septentrional de Matabeleland, y además Zimbabwe pasa ahora por la temporada seca, por lo que no se esperan lluvias hasta el próximo mes de noviembre.

“Vamos a tener muchas muertes. Será un desastre”, dijo a Efe el portavoz de la organización independiente Fuerza de Intervención para la Conservación (CTF), Johnny Rodrigues, quien añadió que de los 60 abrevaderos que hay en el Parque de Hwange, sólo 10 tienen agua.

La situación del árido parque empeora además por estas fechas debido a la migración hacia esta región de elefantes procedentes del vecino Botsuana.

Aunque durante esta época es frecuente la muerte de elefantes por la falta de agua, este es el primer año que se informa de la muerte de rinocerontes, una especie animal en peligro de extinción y del que sólo quedan 400 ejemplares en Zimbabwe.

lunes, 8 de octubre de 2012

Ley del aborto en Uganda


Muchas mujeres y niñas recurren al aborto en Uganda cuando se enfrentan con el estigma o trauma de un embarazo no deseado por situaciones tales como la falta de planificación familiar, violación, incesto y el matrimonio forzado.

Sin embargo la ley ugandesa no es clara sobre el tema. El Artículo 22 (2) establece que ninguna persona tiene derecho a acabar con la vida de un niño nonato excepto en el caso de ser autorizado por ley, por lo que se plantea la cuestión de cómo y cuándo el médico legalmente puede ayudar a una mujer a abortar. El aborto también es considerado como un tabú por la mayoría de culturas y tribus en Uganda y se cree que trae desgracia a la familia.

Como resultado, las mujeres recurren a clínicas de aldea o curanderos, o utilizan métodos poco seguros tales como: perchas, golpes con piedras en el estómago, ingestión de una gran cantidad de hojas de té o una sobredosis de drogas, lo cual puede causar sangrado excesivo y finalmente en algunos casos la muerte. La activista y abogada del aborto en Law and Advocacy for Women in Uganda (Ley y Promoción de la mujer en Uganda), Kaboneke Zaamu, dijo: "Si quienes supuestamente deben dar el servicio no entienden la ley entonces ¿qué se puede esperar de una persona común en la aldea?".

Se producen aproximadamente 267.000 abortos en Uganda cada año; el Center for Reproductive Rights & Development [en] (CEHURD) (Centro de derechos reproductivos y desarrollo) cree que Uganda necesita hacer algo sobre el aborto y la ley. La institución ha organizado una campaña para asegurarse que la ley sea revisada e igualmente dejar claro a la gente local y a los médicos cuándo deben ayudar a una mujer a abortar. No todos los ugandeses comparten este punto de vista. Según Silver Kayondo [en] en el sitio web de la Uganda Christian University [en] (Universidad cristiana de Uganda) el aborto no puede ser claramente legalizado.

CEHURD está actualmente trabajando en una campaña nacional para educar el país sobre el aborto, los derechos de la mujer para recibir ayuda médica en casos de violación, incesto y cuando la vida de la mujer está en peligro.

Fuente: Global Voices


jueves, 4 de octubre de 2012

El silencio de 2.000 muertos

El 26 de septiembre de 2002, hace ahora 10 años, el Le Joola, un barco estatal que hacía la ruta entre Ziguinchor y Dakar, en Senegal, se hundía frente a las costas de Gambia en medio de un inmenso aguacero. De un pasaje de 2.000 viajeros, solo 64 pudieron ser rescatados. 


Fue uno de los peores naufragios de la historia, superior en número de víctimas al Titanic (1.491 muertos). Una década después, los familiares de los fallecidos siguen reclamando justicia. Mariama Diouf vive en una humilde casa de Yene, a unos 40 kilómetros de Dakar, rodeada de sus nueve hijos. Todos la conocen como Mariama Joola. Fue la única mujer que se salvó. Entonces tenía 38 años y, embarazada de cuatro meses, acudía a Ziguinchor a ayudar en el parto de su hermana. “Cuando llegué al barco y vi a tanta gente a bordo me asusté, pero era la primera vez que viajaba, no sabía bien de qué iba la cosa”, asegura. El Le Joola, construido por unos astilleros alemanes en 1990, tenía una capacidad oficial de 600 personas.

 “Sobre las once de la noche, empezó a llover muy fuerte y toda la gente corrió a refugiarse en el interior. Entonces el barco se inclinó hacia un lado, se apagaron todas las luces y empezó el caos”, relata Diouf. El brusco desplazamiento de cientos de personas bastó para quebrar la frágil estabilidad de un barco que no estaba diseñado para navegar en alta mar. En cuestión de segundos, el ferri se dio la vuelta. Mariama, como tantos otros, quedó atrapada en su interior. Tuvo que bucear para salir del navío volcado y encaramarse a la quilla, la única parte que asomaba a la superficie. Allí pasó toda la noche junto a 21 personas.

La tragedia fue inmensa, colosal. La lista oficial, elaborada semanas después, hablaba de 1.863 fallecidos, aunque los familiares confeccionaron un nuevo recuento incluyendo a las personas que viajaban sin título de transporte y que llegó a los 1.953 muertos. El Gobierno en pleno dimitió. El país estuvo meses conmocionado y, lo que es peor, la herida sigue abierta. El proceso judicial está bloqueado en Senegal (la Fiscalía General del Estado atribuyó, en 2003, toda la responsabilidad del accidente al capitán del barco, Issa Diarra, y ordenó el cierre de la investigación) y las autoridades nunca han mostrado interés en llegar hasta el final. Los familiares de las víctimas se sienten abandonados. Y el mejor indicio de que la herida sigue sangrando es que el propio barco, “el cuerpo del delito”, sigue en el fondo del mar hundiéndose lentamente en la arena.

“No sé cuánto tiempo pasamos encaramados a la quilla”, prosigue Mariama Diouf. “Solo pensaba en mis hijos y en qué sería de ellos si moría. Hablábamos entre nosotros y decidimos que si el barco se empezaba a hundir del todo, había que saltar y nadar, porque de lo contrario nos aspiraría hasta el fondo. Oíamos los gritos de los pasajeros que estaban debajo. El único blanco que estaba con nosotros [Patrice Auvrey, que perdió a su mujer en el naufragio y acaba de publicar un libro sobre la tragedia, Souviens-toi du Joola (¿Te acuerdas del Joola?)] empezó a golpear el casco con su anillo, para que supieran que estábamos fuera e intentaran salir. Pero no vi salir a nadie más”, recuerda. Este grupo fue rescatado a las siete de la mañana por una piragua de pesca.

Sobre esa misma hora, Idrissa Diallo, que se encontraba de viaje en Atlanta (Estados Unidos), recibe una llamada: “El Le Joola, donde iban tus tres hijos, se ha hundido. Han muerto casi todos”, dijo la voz al otro lado. “Se llamaban Cheikh Tidiane, Souleyman y Saliou. Eran mis tres únicos hijos, de 15, 13 y 8 años. ¿Sabes lo difícil que es asumir algo así? Me preguntaba todo el tiempo si iba a tener fuerzas para seguir adelante, pensaba mucho en la muerte”. Diallo preside en la actualidad una de las asociaciones de familiares de víctimas. “Esta lucha que empezamos me ayudó mucho, a veces me preocupaba más de los demás que de mí mismo, y eso me ayudó”.
Los casos eran terribles. Un hombre había perdido a su mujer y a sus nueve hijos. Otro que logró sobrevivir perdió a sus hijos... “Todavía esta persona se culpa de esas muertes, se pregunta cómo es posible que él lograra salir de allí con vida dejando atrás a sus hijos”, explica Diallo, quien señala a las autoridades y al entonces presidente senegalés, Abdoulaye Wade, como el gran responsable de lo ocurrido. “Su religión era el dinero, sabía que este barco necesitaba una reparación y prefirió gastarse una millonada en arreglar su avión que invertir en el barco. Sabía que el Le Joola no podía navegar. Si Dios se lleva a Wade antes que a mí, iré a molestarlo hasta su tumba porque esa persona no merece descanso”.
Entre las víctimas había tres españoles, Margarita Jiménez Salvador y sus dos hijos, Lara y Jorge Díaz de Tudanca, vecinos del madrileño barrio de Carabanchel, de turismo en Senegal. Sin embargo, en un primer momento se informó de que eran cinco los españoles a bordo. Y es que Fernando Cabezas y Jesús Beltrán Cuesta figuraban en el registro porque habían comprado billete. “En el último momento decidimos no subir”, recuerda Beltrán. “No quedaban plazas en cabina y tras más de diez días por Senegal estábamos cansados, así que optamos por el avión”, asegura este guionista jubilado de RNE.
Martine Kourouma se enteró de la muerte de su madre por televisión. Esta estudiante de Sociología en la Universidad de Dakar tenía entonces solo 11 años. “Los mayores tardaron varios días en decírmelo, pero la tele hablaba de esto todo el tiempo. Yo me aferraba en secreto a la esperanza de que estuviera viva, pero su cuerpo nunca apareció”, explica. Cada año, cuando se acerca el aniversario del naufragio, acude con el resto de huérfanos a limpiar el cementerio construido por el Estado a las afueras de Dakar. Allí están enterrados unos 200 cuerpos anónimos. “El Gobierno dijo que iba a garantizarnos la educación y la sanidad, pero apenas hemos recibido nada”, asegura.
“Nunca te imaginas que pueda ocurrir una tragedia así, ni siquiera en África. Pero lo más sorprendente de todo es el olvido. En Occidente apenas han oído hablar del Le Joola, apenas mereció unos segundos en las televisiones y un poco de espacio en los periódicos. Y luego nada, como si no hubiera pasado nada”, concluye Beltrán.
Fuente: El País
Texto: José Naranjo

Te puede interesar

Related Posts with Thumbnails

Por ahora nos siguen...




Árbol Babobab de Madagascar (Foto de Viaje a Africa)

Se acuerdan de nosotros y nos premian. Gracias

Se acuerdan de nosotros y nos premian. Gracias
(Marzo 2009)

Concedido por Ong Mediterránea (Marzo 2009)

Concedido por Cristina y Diego desde "Mi trocito de África" (Marzo 2009)

Concedido por Bet y Marc de "Camí d'África" (Julio 09)

Concedido por Kagurafrica (Octubre 2009)