El origen de la confección de una prenda que se vende en Madrid o Bilbao puede comenzar con la utilización de mano de obra esclava a miles de kilómetros de la tienda, en África por ejemplo. Una investigación periodística ha puesto al descubierto que parte del algodón utilizado por la firma de lencería Victoria’s Secret, que además posee certificación de “comercio justo”, fue cultivado por niños maltratados reducidos a la servidumbre.
Un reportaje de la agencia de noticias Bloomberg ha demostrado que parte del algodón orgánico utilizado por los productores de lencería Victoria’s Secret es recogido en Burkina Faso por menores de edad maltratados y obligados a cumplir extenuantes jornadas de trabajo en el campo.
Bloomberg descubrió que productores de la Federación de Algodoneros de Burkina Faso certificados como “orgánicos” y que cumplimentan las reglas de “comercio justo” para poder vender proveedores de compañías multinacionales mantienen trabajando a personas esclavizadas.
La empresa se limitó a responder que estas condiciones de trabajo descriptas son contrarias a los valores de la compañía, cuyos estándares corporativos condenan al trabajo infantil.
De acuerdo a la investigación, Victoria’s Secret había suscripto en 2007 un acuerdo para comprar algodón orgánico y que cumpla con la certificación de “comercio justo” a productores de Burkina Faso. En 2009 la empresa había desarrollado campañas para avisar a sus consumidores que comprando prendas producidas con estas fibras se estaría ayudando a mejorar la calidad de vida en ese país.
Fuente: Minuto Digital .com
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