Los humanos no son las únicas víctimas de la escasez de
precipitaciones en la última temporada de lluvias en la franja del
Sahel, en el oeste africano: la fauna de países como Burkina Faso
también está cambiando sus hábitos en su búsqueda de agua. "Hemos
notado una migración de animales fuera de su territorio en el este y
noreste (de Burkina Faso). La escasez de agua ha provocado estas
migraciones tempranas de elefantes y búfalos. Que no sorprenda a nadie
que los leopardos y los leones sigan a los búfalos", advierte Urbain
Bélemsobgo, del Ministerio voltense de Fauna.
Los búfalos llevan
meses rondando algunas poblaciones del este del país en su lucha por
beber: "Algunas veces incluso siguen al ganado para encontrar pasto",
explica Arzouma Tindano, habitante de la localidad oriental de Bogandé. Según
Celestin Zida, funcionario del Ministerio voltense de Medio Ambiente en
el este del país, "los leones han abandonado su hábitat y han matado a
los monos de la zona". Además, Zida relata que "hay varias quejas de vecinos a los que los animales salvajes les han destruido sus graneros".
Hasta
el momento, la campaña de sensibilización con la fauna llevada a cabo
por el ministerio del ramo han evitado la matanza de los animales, a
pesar de que hayan llegado a herir a algún aldeano.
"Tenemos que
hacer todo lo que podamos para salvar esos animales porque, tras su
muerte, algunas especies desaparecerán", asevera Zida.
Desde
diciembre, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible
advirtió de las consecuencias "desastrosas" que podría acarrear la
búsqueda desesperada de agua, que incluyen potenciales conflictos entre
humanos y animales.
Ya en noviembre, el Gobierno percibió
alteraciones por la pronta desaparición de las charcas usadas para beber
por la fauna del lugar.
Pierre Kafando, coordinador nacional del
Parque Transfronterizo "W" (llamado así por la forma que describe el río
Níger a su paso por esa zona) asegura que se trata de una "situación
catastrófica" a la que algunos pequeños mamíferos, como los cefalofos y
algunos primates, no logran sobrevivir.
"Dentro del Parque (de
10.000 kilómetros cuadrados y compartido con Benin y Níger) tenemos
siempre una media de 950 milímetros de lluvia por metro cuadrado, pero
este año hemos recibido entre 600 y 650", precisa Kafando.
Según
el responsable de la parte voltense del Parque "W", los elefantes
"inteligentes" cavan pozos en las zonas en las que el agua está cerca de
la superficie, "pero -alerta Kafando- estos pozos acaban convirtiéndose
en trampas para los búfalos, que caen en ellos y mueren".
En el
lado voltense, debería hallarse una charca cada 10 kilómetros, pero
Kafando asegura que se puede viajar 30 ó 50 kilómetros sin encontrar una
sola laguna en la que beber, cuando un elefante adulto necesita
consumir alrededor de 200 litros al día. El "W" es el hogar de la
concentración más grande de búfalos del África occidental, con entre
10.000 y 15.000, además de grandes antílopes -como el hippotragus o el
damaliscus-, leones, leopardos y guepardos. Asimismo, da cobijo a unas 450 especies de pájaros.
Por
el momento, el Ejecutivo voltense ha gastado el equivalente en moneda
local a 137.000 euros (unos 180.000 dólares) en construcción de charcas. Para
aliviar la situación, el Banco Mundial ha destinado, mediante un plan
de emergencia, 534.000 euros (unos 700.000 dólares) para construir una
treintena de lagunas artificiales que se llenarán con el agua que
transporten varios camiones desde los ríos cercanos hasta el Parque.
Fuente: ABC .es
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