La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha pedido el cierre del centro de retención de inmigrantes de Nuadibú por "lo inadecuado de sus instalaciones", "las condiciones en las que se mantienen a las personas que son objeto de repatriación a Senegal y Malí" y por "la ausencia de una base legal en Mauritania que ampare su funcionamiento".
Este antiguo colegio fue habilitado en 2006 con medios facilitados por España como reducto para los "sin papeles" que eran detenidos en esta ciudad de la costa mauritana tratando de emigrar a las islas Canarias.
La polémica se agravó cuando en verano de 2008 Amnistía Internacional (AI) lo califícó de "Guantánamo" y señaló como responsable al Gobierno español y las presiones que ejerce sobre terceros países para que controlen los flujos migratorios hacia Europa.
El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, llegó entonces a reunirse con miembros de esta organización en Londres y durante su visita a primeros de julio a Nuakchot anunció una misión de CEAR para comprobar la situación sobre el terreno. De aquella misión sale el informe hecho público hoy jueves donde se pide su cierre.
CEAR va más allá y dice que "tanto el Gobierno español como la UE, a través de la agencia Frontex o los acuerdos bilaterales en vigor, deberían suspender también con carácter inmediato la cooperación en materia migratoria" con Mauritania en las condiciones actuales y reorientarlas hacia acuerdos que respeten los derechos humanos y los tratados internacionales.
Más allá del vacío legal, el centro es descrito en el informe de la ONG española como una auténtica cárcel donde los internos sufren "hacinamiento extremo" en "celdas".
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