Un joven actor liberiano anunció este jueves que demandará al Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), al que reclama 25 millones de dólares por haberlo presentado en un filme como un niño soldado de 13 años que mataba y mutilaba a sus víctimas.
Mike James, que hoy tiene 28 años, considera que tanto él como los otros actores fueron “estigmatizados de rebeldes, asesinos, caníbales y drogadictos” en Niños soldados, documental de ficción de 1997.
En una demanda presentada ante la Corte de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedeao), James indica que recibió 300 dólares de un equipo danés enviado por el Unicef para producir la cinta, que debía tener difusión restringida, pero fue ampliamente difundida en el mundo. Esa jurisdicción trata los litigios entre sus países miembros, así como sobre las violaciones a los derechos humanos. La oficina de Unicef en Liberia “ayudó y colaboró con el equipo danés para contratar jóvenes actores en escuelas y orfanatos”, comentó Mike James en la demanda.
El productor les aseguró que el filme sólo sería visto por donantes potenciales, pero se distribuyeron copias en África y otras partes del mundo, fue proyectado en salas de cine, videoclubes y en la televisión, declaró Syrenus Cephas, abogado de James. “El demandante y los otros actores fueron reconocidos fácilmente y estigmatizados como rebeldes, asesinos, caníbales, drogadictos y prostituidos”, se indica en la demanda. “Esta estigmatización es aún más perjudicial para él, ya que no sólo se le mostró ‘matando’ a su hermano en la película, sino que los productores lo persuadieron de que utilizara su propio nombre y no un seudónimo”, añade.
La cinta de cuatro minutos se vende a 100 o 200 dólares, según la página de Internet de Unicef, organismo en el que no se pudo localizar a nadie este jueves para comentar las acusaciones.
Mike James, contactado por Afp en Estados Unidos, donde vive, se dijo consternado al enterarse de que la copia del filme se vendía a 200 dólares. “No recibí ni un centavo de los millones que el Unicef amasó con la venta de esta película que destruyó mi vida”, dijo.
La guerra civil en Liberia, en la que numerosos niños soldados fueron enrolados por las milicias, dejó 250 mil muertos entre 1989 y 2003.
Fuente: La Jornada
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