Los temas familiares sustentan el éxito de la tercera industria cinematográfica global.
Una cámara digital, un micrófono, un guionista (a menudo director, cámara y productor al mismo tiempo), una madre, un primo o algún amigo que preste algo de dinero, muchos actores, historias largas, diálogos intensos, prolongados y humanos, poca imagen y mucha palabra. Son los ingredientes básicos de una película de Nollywood, etiqueta que da nombre al revolucionario fenómeno del cine nigeriano en vídeo y que supone ya la tercera industria cinematográfica del mundo después de Hollywood y Bollywood.
Peace Fiberesima, de la Academia Africana. Foto: A. ZURITA
"El cine africano trata de la vida. Es una expresión de nosotros mismos. Está hecho por nosotros, sobre nosotros y para nosotros. Pero creo que en Occidente lo verían más parecido a una telenovela que a una película", explica Peace Fiberesima-Osigwe, escritora, productora y presidenta de la Academia de Cine Aficano, que hoy presenta el documental Pease Mission en el Festival Cines del Sur de Granada.
La pujanza de Nollywood, fenómeno revolucionario del cine africano con particular anclaje en Nigeria, ha aportado a su paso por Granada un interés extra. "Hay productos de calidad entre la locura de la mala calidad", defiende Peace Fiberesima-Osigwe. Como ejemplo, pone Letters to a stranger, "maravillosa desde el punto de vista estético".
El problema, según la presidenta de la Academia, no son los bajos presupuestos. "Un director tiene que hacer bien su trabajo tenga poco o mucho presupuesto y aprovechar al máximo los recursos de los que dispone. Lo más importante es el guión y si se le da la dedicación adecuada, da igual el presupuesto, porque obtendrás una película buena", explica convencida de que lo que necesita esta industria para mantener el crecimiento es "profesionalización y preparación". "Una persona bien formada puede sacar muy buen partido de bajísimos presupuestos", explica.
Directamente en casa
Las películas en Nollywood no pasan por la pantalla grande. "Las sacamos directamente para cine en casa. Y el director tiene que buscarse alguna empresa que quiera grabarle los DVD", explica. Así que, pese a la débil estructura en que se asienta, no está libre del mal que trae de cabeza a la industria también en Occidente. "Uno de nuestros principales problemas es la piratería", afirma. El idioma, pese a la gran variedad en Nigeria, no lo es, porque casi todo el mundo habla o chapurrea algo de inglés.
En cuanto a los temas, la presidenta ofrece el retrato-robot de un buen argumento para una película de este tipo: "Uno que hable sobre situaciones reales, sobre las familias. Por ejemplo, sobre el problema que supone no poder tener hijos en África, los enfrentamientos con la familia, con la familia política, las familias polígamas...".
Texto: Ana Lozano
Si quieres saber más:
Revista de la OMPI: "El fenómeno Nollywood"
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