“Ardi”, el esqueleto de una hembra de homínido que vivió hace 4,4 millones de años en lo que hoy es Etiopía, es el ejemplar más completo encontrado de lo que sus descubridores consideran el antepasado más antiguo de los seres humanos, el Ardipithecus ramidus, y un eslabón clave en el historia de la evolución.
La investigación que dio vida a estos fósiles ha coronado la lista “top ten” de la revista Science de los descubrimientos científicos más significativos de 2009, revelada en su edición semanal el pasado jueves en Estados Unidos.
El hallazgo monumental antecede a “Lucy” —previamente el esqueleto parcial más antiguo de un homínido del que se tuviera registro— por más de un millón de años, y acerca a los científicos aún más al último antepasado común compartido por humanos y chimpancés, explicó la publicación científica en un comunicado de prensa.
Science y la sociedad científica no lucrativa que la publica, American Association for the Advancement of Science (AAAS), también identificaron otros nueve importantes logros científicos de este año.
La elección de la investigación sobre Ardipithecus como el avance número uno del mundo este año fue argumentada por la revista científica por su trascendencia.
El hallazgo “cambia nuestra manera de pensar sobre la evolución humana temprana, y representa la culminación de 15 años de meticulosa investigación y gran colaboración por parte de 47 científicos de nueve naciones, expertos en diversas materias, quienes analizaron cuidadosamente 150 mil especímenes de animales y plantas fosilizados”, dijo el doctor Bruce Alberts, editor en jefe de Science, en un editorial con relación al artículo.
En octubre, un equipo internacional de científicos ofreció la primera descripción comprensiva, colegiada de Ardipithecus. Esta investigación apareció en un ejemplar especial de Science, publicado el 2 de octubre de 2009 (http://www.sciencemag.org/ardipithecus/). Hasta entonces, el registro de fósiles contenía solo escasa evidencia de otros homínidos más antiguos que “Lucy”.
Tras analizar el cráneo, dientes, pelvis, manos, pies y otros huesos, los investigadores determinaron que Ardipithecus poseía una mezcla de rasgos “primitivos” compartidos con sus predecesores, —los simios de la época del Mioceno— y rasgos “derivados”, que compartió exclusivamente con homínidos posteriores.
Sin embargo, varios de sus rasgos no aparecen en los simios africanos de la época más reciente.
Fuente: Los Tiempos
Texto: Osorio M. María Julia
1 comentario:
Me parece una entrada muy interesante, me gusta tu blog.
Un abrazo
Mary-Carmen.
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