En el Jo’bulani Centre el patrocinador del balón oficial del Mundial Sudáfrica 2010, se ofrecieron conferencias de prensa con figuras del deporte rey, y se expuso una muestra conmovedora del museo africano de la pelota.
Los escasos recursos económicos de los pueblos africanos no han sido ni serán impedimento para que los chicos, jóvenes y adultos, puedan jugar en todo momento y en cualquier lugar el deporte más importante del continente por la cantidad de poblaciones que lo practican.
Cuando no hay ni tiendas, ni recursos para comprar una pelota, así sea de esas baratas de plástico, los africanos se sirven de lo que tienen a mano para fabricar sus propios balones. Los hacen de bolsas plásticas, rellenas de desechos. Los elaboran de retazos de tela, y los anudan con nylon, cuerdas de algodón, o simplemente echan mano de algunas medias viejas para darle de patadas a las mundialmente conocidas pelotas de trapo.
Pero aquellas pelotas africanas que realmente nos llamaron la atención fueron dos: la Joao Gabriel’s Ball, de Chipawa – Malawi, fabricada a mano y de desechos vegetales, sujetada con muchas tiras pegajosas de árbol. Otra realmente ingeniosa fue una elaborada enteramente por tape de embalaje.
Definitivamente, la necesidad es la madre del ingenio, y lástima que esta lección la haya recibido tantos años después.
Fuente: El comercio.pe
Texto: David Hidalgo Jiménez
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