Sudáfrica se abre al fútbol

La tensión se podía palpar en la sede la FIFA, en Zúrich: los sudafricanos sospechaban que algo podía andar mal por la cara circunspecta de Joseph Blatter.

El mal trago del año 2000, cuando Alemania se les atravesó en el camino, lo tenían muy presente.

Sin embargo, cuando el jerarca del ente que rige el futbol mundial leyó el nombre de su país como sede de la Copa del 2010 entendieron que habían calibrado mal las señales faciales del suizo.

A diferencia de los políticos, Blatter mantuvo su palabra y el continente africano la oportunidad de hospedar la magna cita, por primera vez en la historia.

Han pasado casi seis años desde aquel día de mayo del 2004 y será el día 11 de junio cuando dará el puntapié inicial del XIX Mundial.

Entre las dudas y la ansiedad por problemas no resueltos –sociales y deportivos–, Sudáfrica se abre al planeta Futbol con la esperanza de dejar de lado para siempre la sombra del apartheid , política de segregación racial que la convirtió en paria del mundo.

Sudáfrica ganó el derecho a ser sede del XIX Mundial de futbol al al lograr 14 votos frente a 10 de su principal amenaza, Marruecos, mientras que Egipto no tuvo ningún voto.

En aquella oportunidad, Libia fue descalificada antes de las votaciones por el Comité Ejecutivo de la FIFA.

Dudas

Contra todos los pronósticos, los estadios estuvieron listos y la mayoría ya han sido probados en diversos eventos.

Cinco nuevos estadios –casi contra viento y marea– fueron construidos para el torneo, incluyendo el Green Point, en el frente marítimo de Ciudad del Cabo, y el Moses Mabhida, en Durban.

Sin embargo, existen otras dudas, que no son de poca monta: las posibilidades limitadas de Sudáfrica de llegar lejos en la Copa y la delincuencia.

Los Bafana Bafana andan a los tumbos en sus partidos de preparación, a pesar del regreso de Carlos Alberto Parreira –campeón del mundo con Brasil en 1994– en lugar de Joel Santana, también brasileño, quien perdió el puesto luego de la Copa de las Confederaciones del año pasado.

Entonces, quedaron cuartos, luego de que Brasil sufriera con ellos en las semifinales y España tuviera que recurrir al tiempo extra para vencerlos en la disputa por el tercer puesto.

Desde entonces, el equipo del arco iris solo ganó uno de sus seis amistosos, y fue ante Madagascar, 155 en el ranquin de la FIFA.

La delincuencia es la otra gran duda. “Cuando estuve en Sudáfrica aprendí que era mejor no salir solo por la noche”, expresó hace poco el defensa alemán Philipp Lahm al diario Die Zeit.

En la provincia de KwaZulu-Natal (de cerca diez millones de habitantes) se detuvo en las fechas navideñas a 49.000 personas, muchas por violación, asesinatos y robo.

Hacer un Mundial seguro para el turismo futbolero –que sea plataforma para impulsar a más visitantes en el futuro– es el reto más grande los sudafricanos. Con base en: agencias, FIFA, y base de datos de LN.

Fuente: Nación