Hassane se queda en casa

Hace unos días os contaba la historia de Hassane Moctar Gaye, un joven de Mauritania que reside en la localidad costera de Aldán (Cangas) en la provincia de Pontevedra y que se enfrentaba a una orden de expulsión y repatriación a su país. Ahora me alegro de poder contaros el final feliz de esta historia. Hassan Moctar Gaye arribó a la playa grancanaria de Maspalomas en el año 2006 en una patera con otros 35 subsaharianos. Las autoridades los llevaron a Madrid y les dijeron que se «buscaran la vida», según relata. Después de recorrer el sur de España trabajando en la recogida de fruta, acabó en Galicia, decidido a vivir de la pesca, su profesión en Mauritania desde los nueve años, pero la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra ordenó su repatriació

El apoyo y la acogida que recibió el africano por parte de todo el pueblo de Aldán y en especial de la familia Veiga que lo acogió como a un hijo han hecho posible que Hassane no tenga que regresar a África. Todos los vecinos se volcaron con Hassane para intentar que no fuera expulsado y después de muchos esfuerzos la titular del Juzgado nº 3 de Instrucción de Pontevedra ha anulado la orden de expulsión expedida por la Subdelegación del Gobierno.
Esta decisión judicial permitirá al joven mauritano de 22 años seguir viviendo con los que le acogieron en los últimos meses. Tras conocer la sentencia, Hassan se ha mostrado emocionado y agradecido con todos aquellos que le apoyaron y se movilizaron por él en la jornada del juicio. ''Gracias a todas las personas que me apoyan y que me ayudan en todos los sitios en los que estoy, sin ellos sería más duro cada día'', afirmaba en un programa de radio.

La sentencia, que se dio a conocer este martes, descarta también la imposición de una multa. La jueza ha entendido que tiene el pasaporte en regla y el número de identificación de extranjeros, por lo que el único delito por el que se le podría procesar sería el de permanencia ilegal.
De este modo, el dictamen afirma que Hassen podrá permanecer un año, al término del cual se deberá demostrar su intención de trabajar el país teniendo por lo menos seis meses cotizados, en caso contrario sería repatriado a Mauritania.

Trabajar en el mar

El joven mauritano ha afirmado que quiere trabajar en el mar. ''A mí lo que me gusta es trabajar en el mar aquí en Galicia, para mantener lo que tengo y portarme bien como hasta ahora'', afirma. Hassane ya había recibido cuatro ofertas de trabajo para este sector. Si no existe ninguna apelación a la sentencia por parte del abogado del Estado, la sentencia tendrá validez en unos 15 días.
Un final feliz resultado en gran parte por la solidaridad demostrada por los vecinos del pueblo de Aldán. ¡¡Ojalá sirva de precedente para muchos otros africanos que llegan a nuestras tierras en busca de una vida digna!!


Foto: Gonzalo Nuñez
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