Quizás a los que ya hayamos pasado por un proceso de adopción en África nos resulte extraño imaginarnos que también los africanos tienen que pasar un largo proceso administrativo y judicial para poder adoptar a un niño, este es un ejemplo de ello.
Una familia congoleña desplazada por la guerra se presentó hace unos días ante un tribunal para poder conseguir la adopción de un bebé keniano que ellos aseguran que encontraron abandonado en el margen de una carretera, en un caso que pone a prueba el derecho que tienen los refugiados a adoptar. Este caso podría ser el primero de este tipo en la historia legal, según la abogada de la familia y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). "Creo que sentaría un precedente, la ley es silente sobre si los refugiados pueden adoptar", aseguró la abogada, Rose Mbanya, mientras el caso comenzaba en el Tribunal Supremo de Nairobi.
El profesor y pequeño hombre de negocios, Jean Pierre Tombo Milenge, de 47 años, huyó de la ciudad de Goma, en el este de República Democrática del Congo (RDC), con su mujer, Alphonsine Kavira Salambongo, de 43, y sus nueve hijos en 2005 cuando, según Tombo, los rebeldes fueron a buscarle para reclutarle.
En agosto de 2007, Salambongo se encontró con un niño, de aproximadamente un año de edad, sentado solo en un lado de una carretera de Nairobi cubierto de mugre. "El niño había hecho sus necesidades encima, y nadie se atrevía a tocarlo", declaró.
De acuerdo con la familia, la Policía les dijo que tendrían que dar el niño a un orfanato, pero seis de estos centros rechazaron tomarle a su cargo, así que los refugiados le acogieron en su casa, en la capital keniana. El niño, del que no se puede dar su nombre por motivos legales, se convirtió con rapidez en un miembro más de la familia y ésta solicitó su adopción, según confirmaron Milenge y su abogado.
Después de ocho meses, sin embargo, las autoridades encargadas de los menores intervinieron y se llevaron al niño a un orfanato de Nairobi, según la familia. "Ordenaron al orfanato que no nos dejaran visitarlo, incluso dijeron que querían que el niño nos olvidara", manifestó Milenge. "En Navidad, vinimos con regalos y nos negaron el acceso", añadió. El director del departamento de Menores en el Ministerio de Género, de Menores y de Desarrollo Social de Kenia, Ahmed Hussein, declaró que su oficina no puede comentar nada sobre esta cuestión antes de que sea juzgada.
Por su parte, el juez de familia del Tribunal Supremo, Kalpana Rawal, pidió hoy a todas las partes, incluido el niño y un representante de la Embajada de Estados Unidos, que regresen el próximo 13 de marzo para realizar una vista detallada y así alcanzar el mejor interés del niño, que ahora tiene dos años y medio.
"Está siendo un proceso muy largo. Ahora no sé si el niño nos recordará, un niño pequeño puede incluso olvidarse de su propia madre", se lamentó Milenge. La familia también ha manifestado que pretenden marcharse el próximo mes de marzo hacia Estados Unidos y quieren llevarse al niño con ellos. "A pesar de nuestro estatus de refugiados, realmente creemos que lo podemos hacer y ser buenos padres para el niño (...), además de darle una familia con amor", aseveró el padre ante el tribunal. "Es nuestro humilde punto de vista que hemos sido discriminados debido a nuestro estatus de refugiados, sin ninguna base legal para hacer esto", añadió. "Mis hijos también han crecido cogiéndole cariño, y se refieren a él como a su hermano más pequeño", anotó.
Un portavoz de ACNUR en Nairobi señaló que parece que la situación no tiene precedentes. "Es la primera vez que tenemos constancia de esto", señaló. "Si un refugiado quiere adoptar en Kenia, tiene que atenerse a las leyes de adopción de Kenia como cualquier otro extranjero", añadió.
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