La empresa pública de Ruanda Electrogaz está sopesando racionar el agua en las principales ciudades del país debido a la escasez causada por la sequía persistente en diferentes zonas del país, según informó hoy su presidente ejecutivo, Yves Muyange, quien declaró que el país se enfrenta a un déficit diario de 22.000 metros cúbicos de agua y que no hay otras alternativas hasta que mejore.
"A principios de este mes vamos a realizar pruebas de racionamiento en las principales ciudades del país para encontrar una forma de implantar el programa", declaró a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. Muyange también aseguró que se están llevando a cabo esfuerzos para incrementar la producción de agua en este país con nueve millones de habitantes, una de las densidades de población más altas del continente africano.
Los especialistas medioambientales culpan al cambio climático de la sequía, las lluvias impredecibles y la sequía frecuente. Muyange aseguró que este racionamiento aseguraría que al menos todo el país reciba un poco de agua durante unas horas limitadas, para evitar situaciones en las que algunas zonas no reciben agua durante semanas.
El suministro inadecuado de agua pone a las zonas densamente pobladas en riesgo de sufrir enfermedades que se transmiten por este medio, incluido el cólera y la disentería. Un residente de la zona de Gatuna, Godie Kwizera, cercana con Uganda, aseguró que la escasez de agua ha obligado a los residentes a recurrir a las fuentes inseguras. "El agua desaparece durante cinco días y vuelve unas horas antes de desaparecer de nuevo", señaló. "Quizá el racionamiento nos ayude un poco", afirmó.
Los expertos dicen que la presión de la población ha llevado a una degradación rápida de los pantanos y de los bosques durante las dos últimas décadas, lo que ha expuesto a la población a los riesgos del cambio climático. Se estima que, durante las dos últimas décadas, Ruanda ha perdido un 60 por ciento de su superficie forestal.
El pasado mes de junio, Electrogaz comenzó las conversaciones con los agricultores del pantano de Mulindi, la principal fuente de agua para más de un millón de residentes de Kigali, sobre cómo compartir ese agua. El pantano también es la principal fuente de irrigación para los agricultores locales.
Como la sequía aumenta, los residentes locales han incrementado la cantidad de agua que utilizan para irrigar los cultivos, lo que deja muy poca cantidad para los habitantes en las ciudades. "Es como un riesgo doble: la reducción de agua supone una amenaza para los cultivos del valle como para los residentes de las ciudades, pero lo más importante es que el país podría verse afectado por la escasez de alimentos", manifestó un economista desde Kigali, Moses Twahirwa.
"A principios de este mes vamos a realizar pruebas de racionamiento en las principales ciudades del país para encontrar una forma de implantar el programa", declaró a la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN. Muyange también aseguró que se están llevando a cabo esfuerzos para incrementar la producción de agua en este país con nueve millones de habitantes, una de las densidades de población más altas del continente africano.
Los especialistas medioambientales culpan al cambio climático de la sequía, las lluvias impredecibles y la sequía frecuente. Muyange aseguró que este racionamiento aseguraría que al menos todo el país reciba un poco de agua durante unas horas limitadas, para evitar situaciones en las que algunas zonas no reciben agua durante semanas.
El suministro inadecuado de agua pone a las zonas densamente pobladas en riesgo de sufrir enfermedades que se transmiten por este medio, incluido el cólera y la disentería. Un residente de la zona de Gatuna, Godie Kwizera, cercana con Uganda, aseguró que la escasez de agua ha obligado a los residentes a recurrir a las fuentes inseguras. "El agua desaparece durante cinco días y vuelve unas horas antes de desaparecer de nuevo", señaló. "Quizá el racionamiento nos ayude un poco", afirmó.
Los expertos dicen que la presión de la población ha llevado a una degradación rápida de los pantanos y de los bosques durante las dos últimas décadas, lo que ha expuesto a la población a los riesgos del cambio climático. Se estima que, durante las dos últimas décadas, Ruanda ha perdido un 60 por ciento de su superficie forestal.
El pasado mes de junio, Electrogaz comenzó las conversaciones con los agricultores del pantano de Mulindi, la principal fuente de agua para más de un millón de residentes de Kigali, sobre cómo compartir ese agua. El pantano también es la principal fuente de irrigación para los agricultores locales.
Como la sequía aumenta, los residentes locales han incrementado la cantidad de agua que utilizan para irrigar los cultivos, lo que deja muy poca cantidad para los habitantes en las ciudades. "Es como un riesgo doble: la reducción de agua supone una amenaza para los cultivos del valle como para los residentes de las ciudades, pero lo más importante es que el país podría verse afectado por la escasez de alimentos", manifestó un economista desde Kigali, Moses Twahirwa.
REFORESTACIÓN
En 2008, una empresa canadiense firmó un acuerdo de 17 millones de dólares con el Gobierno ruandés para implantar proyectos de reforestación en un intento por ayudar al país a reemplazar su superficie arbolada y tratar con el impacto del cambio climático.
El ministro ugandés de Recursos Naturales, Stanislas Kamanzi, manifestó que el Gobierno sigue reformando e implantando políticas para proteger al medioambiente, amenazado por la pobreza generalizada y el rápido crecimiento de la población.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, la población de Ruanda se ha cuadruplicado en los últimos 50 años y, con más de nueve millones de personas ocupando 26.338 kilómetros de tierra, el país sigue siendo uno de los más densamente poblados en el mundo.
Fuente: Ep.Social
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