La escuela primaria de Takunda, en Mutare, provincia de Manicaland, ha abierto oficialmente sus puertas, dando la bienvenida a aquellos menores que regresan a la escuela. Este es uno de los más de 30 establecimientos de educación primaria que han que han beneficiado a más de 19.000 estudiantes en Zimbabwe.
Se trata de una treintena de centros de educación primaria y centros de desarrollo del niño en la primera infancia (DNPI) que han recibido la ayuda de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y de otros colaboradores destinada a hacer frente a las necesidades educativas de emergencia y que han beneficiado a más de 19.000 estudiantes. Desde abril de 2008 y en colaboración con la alianza Save the Children, UNICEF y las autoridades educativas locales y provinciales, la OIM ha ayudado a 33 escuelas primarias y centros DNPI en seis provincias. Gracias a la financiación del Fondo central de las Naciones unidas para la acción en casos de emergencia (CERF), el programa tiene por objetivo permitir el acceso a la educación a los menores, no sólo mediante el programa de reformas llevado a cabo en las escuelas así como de las instalaciones sanitarias y de agua, si no también proporcionando libros de texto, artículos de papelería y material recreativo. También se lleva a cabo el aprendizaje de habilidades para la vida.
A pesar de que la reapertura de la escuela primaria de Takunda y de los otros 32 centros sea un paso hacia adelante en la reducción de la vulnerabilidad de los menores afectados por el desplazamiento en Zimbabwe, aun quedan muchos obstáculos que superar en el sector de la educación. Entre ellos, la carencia crónica de profesores, de materiales de enseñanza y aprendizaje, una proporción más elevada de profesores-estudiantes y la falta de las infraestructuras adecuadas. Según UNICEF, el 35% de los puestos de profesores en las escuelas primarias y el 33% en las escuelas secundarias de Zimbabwe están sin cubrir.
Igualmente, cerca de un 70% de los puestos de administrativos en el sector educativo están vacantes. Aunque se desconoce el número de menores vulnerables que no pueden asistir a la escuela en Zimbabwe, las cifras de UNICEF revelan que más de 850.000 huérfanos y menores vulnerables asisten a las escuelas primarias y secundarias en el país durante 2009. Tal y como afirma Marcelo Pisani, Jefe de la misión de la OIM, gracias a iniciativas y colaboraciones como estas un número cada vez mayor de menores podrán beneficiarse del derecho a la educación.
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