Incógnita despejada. Ya sabemos quién es la primera dama de Sudáfrica. Un alivio seguramente para los expertos en protocolo, en cuyos libros de texto es muy improbable que figure el caso de qué hacer cuando un mandatario es polígamo y exhibe esa condición con una sonrisa de oreja a oreja, sin el más mínimo pudor.
Pues bien, hoy Jacob Zuma ha llegado al Parlamento de su país para pronunciar el discurso sobre el estado de la nación con una de sus al menos tres mujeres conocidas-reconocidas: Sizakele Khumalo, con quien lleva casado desde 1973.
Pero el hombre, o quizá el presidente de un gran país como es Sudáfrica, o tal vez los dos unidos, no han podido evitarlo y, fieles seguidores de las tradiciones zulúes como son, han exhibido con enorme orgullo a otras dos que, eso sí, han abandonado la Cámara por la puerta de atrás. Después de prometer la creación de 500.000 empleos en un año, la lucha contra la pobreza y que el Mundial de fútbol sea todo un éxito, ha posado junto a ellas.
Y claro, la imagen vale más que todas las palabras. De izquierda a derecha: Nompumelelo Ntuli, la más joven de las esposas del señor presidente, la que le acompañó a votar el día de las elecciones y la que tiene 34 años menos que él; Thobeka Mabhija, la última que ha llegado al hogar, se cree que en enero pasado; el gran hombre, y Sizakele Khumalo, ésta sí, la primera dama, casada con Zuma desde 1973.
Fuente:
Foto: Reuters
Texto: Cristina Aldaz
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