A pesar de que el número de ejemplares de rinocerontes en África ha aumentado considerablemente, una de sus sub-especies se encuentra al límite de la extinción. Y como siempre, el hombre es el principal causante de esta situación.
Confinado en una zona de El Congo, el Parque Nacional Garamba, el rinoceronte blanco está a punto de desaparecer debido a la caza furtiva. Sus cuernos alcanzan precios muy elevados en Yemen, donde son utilizados para la fabricación de mangos para dagas, y también en diversos países de oriente, ya que se le atribuyen numerosas propiedades curativas y por tanto se utilizan en la medicina tradicional.
Confinado en una zona de El Congo, el Parque Nacional Garamba, el rinoceronte blanco está a punto de desaparecer debido a la caza furtiva. Sus cuernos alcanzan precios muy elevados en Yemen, donde son utilizados para la fabricación de mangos para dagas, y también en diversos países de oriente, ya que se le atribuyen numerosas propiedades curativas y por tanto se utilizan en la medicina tradicional.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), en agosto de 2006 apenas quedaban cuatro ejemplares en el Parque. En declaraciones a la agencia Reuters, Martin Brooks, jefe de un grupo de especialistas en rinocerontes africanos, aseguró que en un reciente estudio de campo no se han hallado pruebas de su existencia.
“A menos que los animales sean encontrados durante búsquedas intensivas, la sub especie puede estar condenada a la extinción”, aseguró Brooks. El hecho es que llevar a cabo programas de protección de la vida salvaje en la República del Congo, es casi imposible debido a la gran violencia existente en el país y la situación que viven sus habitantes.De hecho, algunos soldados han llegado a matar decenas de elefantes para venderlos a China, donde la demanda de marfil es muy grande. Incluso un guardia forestal ha sido arrestado como sospechoso de la matanza de varios gorilas de montaña en un parque nacional.
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