DUNGU, República Democrática del Congo (ACNUR)
La agencia de la ONU para los refugiados expresó el jueves creciente preocupación por la difícil situación en la que se encuentran más de 100.000 civiles congoleños que fueron forzados a dejar sus casas para huir de los ataques de un grupo rebelde ugandés en la provincia septentrional de Orientale.
"Estamos cada vez más preocupados por la situación humanitaria y los continuos ataques del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés)", dijo el vocero del ACNUR Ron Redmond, y agregó que el número estimado de víctimas en la provincia de la República Democrática del Congo (RDC) fronteriza con Uganda y sur de Sudán es ahora de 537 personas.
"Otras 408 personas fueron secuestradas por el LRA desde que empezó la violencia en el septiembre del año pasado, incluyendo a los que cayeron víctimas de secuestro en los ataques de los últimos cuatro días", dijo el portavoz, que citó datos recogidos por funcionarios del ACNUR en la ciudad de Dungu.
Según las primeras estimaciones el número de personas desplazadas por la violencia en esta zona de la RDC ya sobrepasó las 104.000. Muchas de estas personas desplazadas internamente (PDI) siguen escondidas en la espesura, en particular en las zonas alrededor de la ciudad de Faradje, que fue blanco de serios ataques en el período navideño. De las 37.000 personas que se presume escaparon de Faradje, apenas 16.000, entre las cuales 10.000 niños, fueron registradas hasta ahora en Tadu y los poblados aledaños, al sur de Faradje.
En la zona de Dungu, atacada el septiembre pasado por el LRA, la Cruz Roja local acaba de terminar el registro de las personas desplazadas en la ciudad y en 27 pueblos cercanos. De las 54.777 PDI registradas, más de 27.000 son mujeres y casi 15.000 niños menores de cinco años de edad.
Las fuerzas armadas de Congo, Sudán y Uganda empezaron una operación militar conjunta contra el LRA a mediados de diciembre.
Los últimos ataques del LRA fueron dirigidos contra aldeas y asentamientos al suroeste de Faradje. El pueblo de Tomati, a 57 kilómetros al suroeste de Faradje, fue reducido a cenizas el sábado pasado, mientras que los ataques perpetrados por el LRA el viernes y domingo en Sambia, un pueblo minero a 75 kilómetros de Faradje, dejaron por lo menos 7 personas muertas.
"En toda la región las incursiones del LRA están causando pánico y nuevos desplazamientos. Funcionarios del ACNUR en Dungu informaron esta mañana que hay movimientos importantes y constantes de personas en dirección de Faradje y hacia las zonas al sur de Dungu. Además, según los primeros informes unas 2.000 personas habrían cruzado la frontera y llegado a Ezo, en el sur de Sudán", acotó el portavoz.
La agencia de la ONU para los refugiados está extremadamente preocupada por la población civil atrapada en zonas de conflicto en la región de la triple frontera entre RDC, República Centroafricana y Sudán. Según autoridades locales de salud, la población en la zona de Doruma es de 56.000 personas. En el distrito de Faradje, teatro de frecuentes enfrentamientos en las últimas semanas, los residentes son 350.000.
La población desplazada necesita urgentemente alimentos, albergue, medicinas, ropa y otros artículos de ayuda. La zona, que presenta desafíos logísticos enormes por la falta de carreteras transitables, permanece altamente volátil. Un acceso humanitario seguro sigue siendo el reto principal del ACNUR y de las otras agencias que luchan para brindar asistencia en la zona.
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