Reuters.
Unas 60.401 personas han contraído la enfermedad, que se contagia por el agua, y 3.161 de ellos han fallecido, según los últimos datos publicados el viernes por las Naciones Unidas en Ginebra. El brote más mortal en África en 15 años no muestra signos de parar, ya que en las últimas 24 horas se han registrado 1.493 casos nuevos, con 69 muertes, según la más reciente actualización de la ONU.
Las lluvias constantes y las vacaciones de fin de año, cuando en Zimbabue muchos habitantes de las ciudades viajaron para visitar a familiares en áreas rurales, han alimentado la expansión de esta enfermedad, dijo la ONU.
"La epidemia está realmente presente en las provincias, está saltando de un área a otra. Se está multiplicando", dijo en rueda de prensa en Génova Claire-Lise Chaignat, coordinadora global para el cólera de la OMS.
"Es por eso que está tan fuera de control, porque es difícil anticipar dónde ocurrirá el siguiente episodio importante", dijo.
Esta semana se informó de más casos pero el número de muertes pareció declinar, dijo Chaignat.
El cólera se extiende a través de la comida y el agua contaminados y puede causar deshidratación grave e incluso la muerte si no se trata adecuadamente.
La enfermedad es habitualmente previsible y tratable pero una crisis política y económica en Zimbabue ha provocado el desmoronamiento del sistema sanitario.
NECESARIA UNA "ACCIÓN INMEDIATA"
Aproximadamente el 5,2 por ciento de los pacientes que contrae el cólera en el país muere actualmente, una tasa de mortalidad muy alta, según la OMS.
Dos de cada tres muertes se registran fuera de los 270 centros de tratamiento del país, por lo que la mayoría de las víctimas mueren en casa, principalmente por deshidratación severa.
Eric Laroche, subdirector general de Acción sanitaria en crisis de la OMS, dijo que la cuota de muertos es ya demasiado alta. "A menos que desarrollemos una acción inmediata no vamos a salir de la epidemia pronto. Tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario para responder a una situación extraordinaria, de otro modo más personas sucumbirán a la enfermedad y morirán", dijo a los reporteros.
La OMS pidió a los países donantes que ayuden a pagar los salarios de los miles de trabajadores sanitarios de Zimbabue, que provean sales rehidratantes y pastillas de clorina a las comunidades necesitadas, y que muestren mayor preocupación por la prevención y el tratamiento del cólera.
La solicitud fue realizada mientras que responsables de ayuda de la ONU tratan de conseguir apoyo internacional para Zimbabue, donde dijeron que alrededor de cinco millones y medio de personas necesitan asistencia de la ONU para luchar contra la carencia de alimentos y la hiperinflación.
Elisabeth Byrs, de la oficina de la ONU para la coordinación de asuntos humanitarios, dijo que aún no se había recibido contribuciones este año, pese a que se ha pedido ayuda por 567 millones de dólares (441,6 millones de euros) para Zimbabue. "La situación humanitaria en Zimbabue es grave y está empeorando", dijo a Reuters. "La ayuda es más necesaria que nunca. Éste es un momento crítico".
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