La sencilla y especiada gastronomía etíope, con el injera como principal estandarte, convive cada día más con los restaurantes para occidentales de las principales ciudades del país, así como una sorprendente presencia de la cocina italiana, fruto de pasados tiempos coloniales. EL VIAJERO propone cuatro pistas básicas para descubrir Etiopía también con el paladar:
1 Comer con las manos
Como ocurre en otros países africanos, disfrutar del plato tradicional etíope supone olvidarse de los cubiertos. Se trata del injera, tradicional pan fermentado con forma de crepe, realizado a base de teff, un cereal básico en la gastronomía local rico en proteína y hierro.
Se sirve habitualmente combinado con una selección de salsas y acompañamientos, tradiciones, como el picante berbere, popular condimento etíope preparado con guindillas, ajo y otras especias- o la delicada alitcha, suave salsa a base de carne, judías, ajo y jengibre. Otro clásico que suele combinarse con el injera es el nitir kibe, manteca sazonada con multitud de condimentos, y también el más arriesgado mitmita, poderosa salsa con la pimienta de cayena como protagonista, sal y cardamomo. Un exótico festival para el paladar, sin duda.
Conviene sentarse a la mesa de Blue Tops, uno de los restaurantes más exclusivos de Adís Abeba. Eso sí, reservando previamente y con ración doble de paciencia con la lentitud del servicio. Otra buena opción de comida africana en la capital es Sunrise, de precio medio.
Fuera de la principal ciudad etíope, se recortan las alternativas de corte occidental a la cocina tradicional. Una recomendación muy viajera en Gondar, al norte, son los restaurantes de los hoteles Ethiopia y Kassegn Alemayehu. No faltarán trotamundos con los que compartir información, bebida y mesa, si se tercia.
2-Pizzas y pastas
Puede parecer extraño, pero el pasado colonial de Etiopía permanece vivo a través de la cocina. El país africano conserva una activa presencia de la cocina italiana entre su oferta gastronómica, herencia de los tiempos coloniales. Aunque no fueron demasiados años de ocupación, en lo gastronómico, lo italiano caló hondo.
Buena prueba de ello es la amplia oferta de cocina italiana en sus ciudades, tabla de salvación para quienes prefieran no arriesgan demasiado en la mesa. Si es así, hay múltiple opciones. Por ejemplo, en Adís Abeba, el Top View Restaurant ofrece buena comida y excelentes vistas de la ciudad. Otra buena opción es la Pizzeria Italia.
3-Cerveza bien fría
Etiopía también reserva a los amantes de la cerveza una amplia carta donde escoger. Desde la decana Kidus Giorgis Bira, producida por la casa cervecera con más tradición del país, Saint George, fundada en 1922 y ubicada en Adís Abeba, hasta la especial Meta Beer, la única realizada con agua mineral, extraída del manantial de St. Abo, y que no requiere de tratamiento alguno para su uso.
Tampoco hay que dejar de saborear la cerveza Harar, procedente de la sagrada ciudad islámica del mismo nombre, al este del país. Su característico sabor la ha convertido en una de las más extendidas por todo el país, y que se exporte también al extranjero. Además, la casa Harar produce también cerveza negra, Hakim Stout, y por supuesto no se olvida de la población musulmana que predomina en esta región de país, a quienes se dirige la sin Harar Sofi.
4- Ritual del café
Mención especial merece la ceremonia del café, ya que conforma todo un ritual de bienvenida. Es decir, nos llevará algo de tiempo. Delante del comensal, se lavan los granos de café, luego se tuestan, más tarde se muelen y se mezclan con el agua hasta cocer. Se cuela y luego se pone azúcar o sal, dependiendo del gusto del consumidor. Tomar café en Etiopía es asistir a un complejo y orgulloso ritual.
* Foto de Injera (Wikipedia)
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